Una cepa potencialmente letal de un hongo se propaga entre animales y personas en el noroeste estadounidense y la provincia canadiense de Columbia Británica, informaron investigadores el jueves.
La especie Cryptococcus gattii, que se transporta por el aire, habitualmente sólo infecta a pacientes trasplantados y con sida, además la población con sistemas inmunes comprometidos, pero la reciente cepa es genéticamente diferente, dijeron los investigadores.
«Este nuevo hongo es preocupante porque parece ser una amenaza a personas sanas», dijo Edmond Byrnes de la Universidad Duke en California del Norte, quien guió el estudio. Los hallazgos presentados documentan que el brote se propaga en el Oeste de América del Norte y sigue expandiéndose a través de esta región templada», dijeron los investigadores en su informe, publicado en la revista Public Library of Science, PLoS Pathogens en http://dx.plos.org/10.1371/journal.ppat.1000850.
«Nuestros descubrimientos sugieren que es probable que ocurra una mayor expansión en regiones vecinas y busca aumentar la preparación ante la enfermedad en la región», indicaron los investigadores.
La nueva cepa parece ser inusualmente letal, con una tasa de mortalidad cercana al 25% entre los 21 estadounidenses analizados, comentaron. «Entre 1999 y el 2003, los casos estuvieron en gran parte restringidos a la isla de Vancouver» decía el informe. «Entre el 2003 y el 2006, el brote se expandió a la vecina Columbia Británica y luego a Washington y Oregon entre el 2005 y el 2009. Basados en esta trayectoria histórica de expansión, el brote podría seguir expandiéndose a la región vecina de California del Norte, y posiblemente más allá», señaló el documento.
El hongo, en forma de esporas, puede causar síntomas en personas y animales dos semanas o más después de la exposición. Estos incluyen una tos que dura semanas, dolor de pecho agudo, falta de aliento, dolor de cabeza, fiebre, sudor nocturno y pérdida de peso.
ambién ha aparecido en gatos, perros, una alpaca y una oveja. Las temperaturas bajo cero pueden matar al hongo y el cambio climático lo ayudaría a propagarse, dicen los investigadores.