Investigadores de la Universidad estadounidense Johns Hopkins descubrieron que el mismo gen implicado en trastornos humanos del habla y en la epilepsia, también interviene en la formación de sinapsis y en la vocalización en los ratones. El hallazgo se publicó la semana pasada en Science Express, y resulta otro paso para el avance en la comprensión científica de cómo se desarrolla el lenguaje, así como las conexiones entre las células cerebrales que permiten el pensamiento.
El líder del estudio fue Richard Huganir, director del Departamento H. Snyder Salomon de Neurociencias y del Howard Hughes Medical Institute de Estados Unidos. Por su parte, el investigador asociado en el laboratorio, Gek -Ming Sia, seleccionó cientos de genes humanos por sus efectos sobre las células del cerebro de ratón cultivadas en laboratorio, luego, cuando el gen SRPX2 alcanzó un desarrollo mayor al normal provocó que las neuronas entraran en erupción a través de nuevas sinapsis.
Después, los científicos inyectaron un compuesto que bloquea SRPX2 a fetos de ratones, los cuales evidenciaron menos cantidad de sinapsis que los roedores normales, incluso los adultos. Además, a las crías con deficiencia de SRPX2 se las separó de sus madres y no emitieron las clásicas llamadas de auxilio en tono alto, esto indicaría una carencia en la capacidad del roedor que es equivalente al lenguaje.
Huganir consideró que SRPX2 parece estar especializado en la comunicación y sospecha que también estaría involucrado en el autismo, condición en la que suele haber impedimentos en esa habilidad y que está ligada a defectos en la formación de sinapsis. En declaraciones publicadas por la Universidad Johns Hopkins, Sia sostuvo en relación a futuras investigaciones: “Deseamos encontrar con qué otras proteínas actúa este gen, cómo es exactamente que regula estas sinapsis y que estimula el desarrollo del lenguaje”.
El estudio, del que también participó Roger Clem de la prestigiosa Escuela de Medicina del Monte Sinaí, fue financiado por dos institutos nacionales estadounidenses el de Salud Mental y el de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares.
Fuentes: Johns Hopkins Medicine y EuroPress