Infecciones urinarias: una causa común de molestia en mujeres

Se calcula que entre 10% o 20% de las adultas tendrán cistitis alguna vez en su vida.  Sus síntomas incluyen ardor al orinar, necesidad de acudir al baño con frecuencia, presencia de sangre en el líquido y un olor desagradable.

 

La infección en la vejiga se conoce como cistitis, una afección que se da con  más frecuencia en las mujeres. Se calcula que entre un 10% a 20% de las adultas tendrá al menos un episodio de este tipo durante el transcurso de su vida.

 

La bacteria que más frecuentemente produce infección urinaria es Escherichia coli. Es común que las mujeres tengan cistitis al iniciar las relaciones sexuales. Si es este el motivo, el problema se corrige espontáneamente por lo general.  Pero a veces persiste y se manifiesta después de cada encuentro íntimo.

 

Otros factores que predisponen a las cistitis son el uso de cremas espermicidas y la diabetes. Los hombres que no están no circuncidados y los que practican sexo anal tienen mayor riesgo de padecerla.

 

La obstrucción o las malformaciones de la vía urinaria también predisponen a la infección. Por ejemplo, en los adultos mayores de 50 años es común la hiperplasia o aumento de tamaño de la próstata. Esto impide el flujo normal de orina,  lo que provoca su acumulación en la vejiga y facilita el crecimiento de bacterias y la infección.

 

Los síntomas de una cistitis son típicos: dolor o ardor al orinar; sensación y urgencia de tener que ir al baño con más frecuencia; la presencia de sangre en orina y  olor desagradable. El diagnóstico  se confirma con un cultivo, que permite identificar la bacteria responsable de la infección.

 

El tratamiento comprende un curso de antibióticos durante 3 a 7 días. También se recomienda beber mucha agua o bebidas sin alcohol. Es muy importante identificar y tratar estas infecciones adecuadamente para evitar su repetición y que se conviertan en una afección crónica.

 

Las mujeres con infecciones recurrentes pueden tomar algunas acciones preventivas como por ejemplo cambiar el método anticonceptivo si utilizan cremas espermicidas, beber mucho líquido para lavar la orina, ir al baño después de mantener relaciones sexuales y tomar antibióticos preventivos.

 

Es en el riñón donde se filtra la sangre y se eliminan los deshechos a través de la orina. La infección de este órgano vital, llamada pielonefritis, ocurre cuando las bacterias de la piel entran a la vía urinaria y ascienden hasta los riñones. Es más frecuente en las mujeres que en los hombres, sobre todo durante el embarazo y el parto. Algunos factores que predisponen a tenerla son mantener relaciones sexuales frecuentes, el uso de métodos anticonceptivos con espermicidas, diabetes y la obstrucción al flujo de orina como por ejemplo cuando hay cálculos renales.

 

Esta infección provoca un gran decaimiento y malestar con fiebre, náuseas, vómitos, dificultad para orinar y la presencia de sangre en el líquido, además de un olor desagradable. Se suele acompañar de un dolor característico en la región lumbar de la espalda que se irradia a la ingle y a la parte inferior del abdomen.

 

Siempre se debe obtener una muestra de orina sin contaminar para hacer un cultivo e identificar a la bacteria que causa la infección. Se trata con antibióticos y por lo general  es necesario tomarlos durante una o dos semanas.

 

En algunas ocasiones el estado de salud del paciente está muy comprometido y necesita ser internado para darle líquidos y antibióticos por vía endovenosa. Es fundamental tratar la infección adecuadamente para evitar que pueda dañar al riñón, dejando cicatrices permanentes que llevan a su destrucción. Cuando hay una obstrucción en la vía urinaria, se debe corregir con cirugía u otros métodos.  

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