El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) trabaja en la conformación de una red de micropanaderías en el interior del país, que puedan distribuir y producir productos saludables aptos para celíacos a precios más económicos.
El director del Centro INTI Cereales y Oleaginosas, Nicolás Apro, explicó que el proyecto procura complementar con logística y distribución el proyecto Vida sin TACC, que con el apoyo del FONTAR permitirá en 15 días poner en góndola «productos saludables que puede comer toda la población incluyendo a los celíacos».
«Celíacos hay en todo el país», repitió Apro, para subrayar que en Argentina se estima que hay unos 400.000 celíacos, de los cuales sólo 40.000 saben que lo son.
Vidas sin TACC es un proyecto del Centro Cereales y Oleaginosas (CyO) del INTI, por el cual asesoraron a las empresas NaturalSur (de Pilmar S.A.), y La Delfina (de Productos La Delfina S.R.L.) para la elaboración de alimentos libres de gluten. Se trabajó con la premisa de desarrollar alimentos que sean «ricos, nutritivos y funcionales», dijo Apro.
El INTI asesoró a la firma PILMAR S.A. en el «desarrollo tecnológico y transferencias en la formulación de premezclas», con las cuales se pueden realizar panificados. Con estos ingredientes, La Delfina recibió el asesoramiento para optimizar sus procesos de elaboración de productos terminados, que «en un mes estarán en el mercado».
«Ahora estamos haciendo el desarrollo de micropanaderías», indicó Apro, consultado por el precio final de estos productos y el impacto en el presupuesto familiar de los celíacos. Explicó que una de las razones del encarecimiento del costo es la distribución de los productos a las localidades alejadas de las grandes ciudades como Buenos Aires, Córdoba o Rosario.
«La responsabilidad del INTI es llegar a todos lados, porque celíacos hay en todo el país», y para ello armaron la estrategia de promover la instalación de micropanaderías «en las regiones más remotas», y a cargo de personas que tengan esta enfermedad.
Cada panadería debe tener un área de cobertura de 100.000 habitantes, dónde los clientes, celíacos o no, pueden encontrar las premezclas empaquetadas, y «también los productos terminados como tartas, empanadas y fideos que les enseñaremos a realizar».
Las micropanaderías cumplirían con varios objetivos: llevar a mejores precios productos aptos para celíacos a todo el país y, a su vez, generar mano de obra ocupada en las panaderías y hacer conocer a la celiaquía «que es la enfermedad genética más extendida en el mundo».