Es el órgano más grande de nuestro cuerpo y nos protege. Pero nosotros, ¿la protegemos lo suficiente? Con usar un protector solar para la playa no basta. Hay que cuidarla durante todo el año, incluso en los días nublados.
Rayos ultravioleta
El sol de la primavera ya está asomando y es probable que uno sienta que quema más. Y si bien es importante cuidar la piel en esta época, en realidad, la protección frente a los rayos ultravioleta debe extenderse a lo largo de todo el año, incluso en invierno, y no sólo al tomar sol.
La piel descubierta está expuesta a estos rayos en todo momento, ya sea al caminar, al hacer las compras o al esperar el colectivo para ir a trabajar. Por lo tanto, lo más recomendable es usar una pantalla solar con factor de protección de, al menos, 30, sobre todo entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde, cuando la sombra proyectada es más corta que la altura de uno.
Además de prevenir el envejecimiento prematuro y la aparición de manchas o pecas, la aplicación de pantalla solar en las áreas al descubierto protege contra el cáncer de piel ocasionado por los rayos ultravioleta. Para que sea efectivo, el producto debe ser de amplio espectro, es decir, proteger contra los rayos UVA y UVB.
Por otra parte, hay que evitar las camas o lámparas solares, en especial cuando se convierten en parte de la rutina. Alguna que otra sesión para lograr un bronceado seguramente no resulten perjudiciales, pero de todos modos es recomendable usar pantalla solar y protectores para los ojos.
Sin duda, las pieles muy blancas o sensibles requieren más protección, pero el tener la tez oscura no implica una ausencia de riesgo. Muchas personas creen erróneamente que al tener esa tonalidad no necesitan usar protector solar. Esta falsa concepción las lleva a adoptar conductas riesgosas en lo relativo al cuidado del sol.
¿Basta con aplicar protector solar?
Para que la piel esté a resguardo de los rayos perjudiciales y de un daño celular que, con el correr de los años, podría desembocar, por ejemplo, en melanoma, es necesario aplicarse protector de amplio espectro cada dos horas, incluso cuando está nublado. Debe repetirse la aplicación con más frecuencia en caso de haberse bañado en el mar o en una pileta y tras haber sudado mucho.
Como medida adicional, es recomendable usar ropa que proteja la piel, como remeras de manga larga, sombrero o gorro con visera. También hay que recordar usar protector en zonas como las orejas y los empeines, así como en los labios. Para los ojos y los párpados, se deben utilizar anteojos de sol que no dejen pasar los rayos ultravioleta.
El daño que provocan los rayos del sol es acumulativo e irreversible, y es posible que los efectos de una conducta riesgosa se observen muchos años después. Lamentablemente, todavía no hemos adoptado el hábito de usar protección solar, incluso los días que trabajamos. Sólo lo hacemos los fines de semana, quizás, y en las vacaciones. Pero los rayos no hacen distinción, por lo que es necesario tomar conciencia de que un perjuicio acumulativo en la piel sólo se puede prevenir si tomamos precauciones de manera sistemática, todos los días, a lo largo de toda la vida.