SóLO UN 13% DE LAS FALTAS SON DENUNCIADAS |

Los ancianos, susceptibles al abuso y el maltrato

Por Celina Abud.-  Según un estudio presentado en el Congreso de la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría, el 89% de los adultos mayores los sufre. Entre ellos están el de tipo psicológico, físico y la discriminación. Especialistas debatieron posibles soluciones.

Proponen inculcar a los más chicos el amor a los ancianos

Un estudio realizado por la Cátedra de la Medicina Geriátrica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Católica Argentina, liderado por el especialista y profesor Alcides Arrabal Amato determinó que el 89% de los ancianos sufre algún tipo de maltrato.

 

Los resultados fueron presentados en una conferencia sobre prevención de abusos a los adultos mayores en el marco del Sexto Congreso Latinoamericano y del Caribe organizado por la Sociedad Argentina de Gerontología y Geriatría, en el año de su 60° Aniversario.

 

La investigación, pensada en un comienzo para 10 ancianos llegó a evaluar a 100 para lograr una muestra más expansiva.  Entre sus conclusiones centrales están que los principales “victimarios” en el marco familiar son los hijos y que el 87% de este tipo de abusos no se denuncia.

 

Según especificó Arrabal Amato, “la situación de los viejos se asemeja a la de los niños maltratados”, ya que “se deben buscar los indicios de violencia, porque la víctima no siempre los manifiesta verbalmente”.

 

En el trabajo realizado por su equipo, el 89% de estos abusos pudo comprobarse mediante evidencias, mientras que el 11% no, ya que los maltratos se trataban de amenazas o insultos.

 

Si bien los médicos pueden realizar denuncias ante estas situaciones, sólo un 13% de los casos fueron notificados, según se expresó en la muestra.

 

Por otra parte, dentro de la familia los principales victimarios son los hijos (70%), mientras que el otro 30% se reparte entre otros miembros. Arrabal Amato indicó que “los concubinos son los menos maltratadores, con una representación de sólo un 2%, por lo que convivir con otro adulto mayor resulta sumamente beneficioso para este grupo”.

 

Según reveló el sondeo, el principal factor de riesgo para sufrir abusos en la tercera edad es ser mujer, viuda y vivir con la familia. La tendencia ocurre “porque la esperanza de vida es más alta en el género femenino y porque la mujer de por sí es más maltratada que el hombre”, sostuvo a DocSalud.com el Dr. Guillermo Che Kenny,  geriatra, forense y presidente de AGENOR (Asociación de Geriatría de Zona Norte), quien también participó de la conferencia..

 

Incluso, según cifras presentadas en la disertación, las adultas de 60 a 74 años representan el 4% del total de las mujeres agredidas, mientras que las mayores de 74 años, un 2%.

 

Maltratos: ¿cuáles son y cómo prevenirlos?

 

Che Kenny, quien también integra el Proyecto Millenium de las Naciones Unidas, indicó que los maltratos más típicos son los de tipo psicológico, relacionados con la discriminación y con “quitarle a los ancianos su lugar en la vida”.  Esta clase de faltas pueden causar autoviolencia (hasta llegar al suicidio del adulto mayor) además de depresión, que baja las defensas y vuelve a las víctimas vulnerables ante otras patologías

 

También están los maltratos físicos, económicos, el abandono de persona, la negligencia y hasta incluso, abusos sexuales y sociales.  A su vez, las personas en la tercera edad son susceptibles a sufrir delitos como “estafas y disputas por una herencia”, ambas capaces de dejarlos en la calle.  

 

Si bien el artículo 266 del Código Civil brega por el respeto a los ancianos y dentro del Código Penal se estipulan penas de cárcel frente al abandono de persona (artículo 106) y las internaciones compulsivas (artículo 141), las faltas más preocupantes según Che Kenny son los que él mismo denomina “delitos no tipificados”, que se “producen todos los días y no existe ninguna ley que les imponga un castigo”

 

Entre estos delitos,están la irracionalidad, la falta de compasión, el abuso de poder, la maldad y la corrupción, “que ocasionan daño y que son difíciles de prevenir”, afirmó.

 

Si un anciano sufre maltratos por parte de la familia o de un cuidador, los médicos interactúan con la policía, quienes toman la denuncia y después determinan que la víctima sea revisada por un médico forense. Luego intervienen equipos de criminalística, sociología y psicología.

 

Sin embargo, según expresa Che Kenny, “lo grave es que la mejor solución que podemos dar desde la ley es trasladar a un anciano de su hogar o institución geriátrica, o sacar a un cuidador de su cargo”. Pero esta solución, según indica el experto “es momentánea, parcial”.

 

Para explicar su punto de vista, el médico geriatra comparó la situación con la de un ladrón: “si se lo mete preso, evitamos que siga robando, pero no que deje de ser un delincuente; sólo resolveremos el problema cuando el ladrón entienda que no debe robar”.

 

Por lo que el presidente de AGENOR propone otra solución: inculcar a los chicos de escuelas primarias el amor hacia los ancianos. “Desde la asociación estamos gestionando charlas con los colegios ya que la niñez es la etapa donde las personas se forman”, indicó.

 

El enfoque, según especificó el médico, debe ser “de abajo hacia arriba”, para que los hombres del futuro respeten a sus padres cuando lleguen a viejos. “Es vital volver a educar a nuestros chicos y enseñarles que la vida no es dinero ni lujo; inculcarles que un padre o una madre vale más que un auto de carreras y que necesitan cuidados y atención”, concluyó.

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