¿De qué se trata ser un buen padre? Se sabe que ni el ADN, ni otros compromisos civiles ni religiosos “garantizan” una paternidad adecuada. Además, los modelos de este vínculo cambiaron y mientras antes primaba la severidad, ahora es más frecuente observar al progenitor que se comunique más y mejor con los hijos, y que estén atentos a sus necesidades.
Una relación padre-hijo se construye a través de actos, palabras y momentos. Pero para la psicoanalista Adriana Guraieb, no deben faltar dos pilares en esta relación: la responsabilidad y la presencia.
“Debemos entender a la responsabilidad paterna como la posibilidad de ´hacerse cargo´ de las consecuencias que nuestro comportamiento genera, por tanto, lo que dejamos de hacer y lo que hacemos, lo que no decimos y lo que decimos conlleva un efecto para el vínculo con el hijo”, indicó la licenciada.
Agregó que es responsabilidad del padre participar en guiarlo, brindarle soportes educativos para que adquiera valores morales, afectivos e intelectuales y estimular la creatividad, acciones que “exceden al aporte de generar vida y sostén económico”.
Para Guraieb no estuvo de más destacar que “esa responsabilidad es para siempre, sólo que se se expresa de modos distintos según las etapas y necesidades del hijo”. Es entonces que hay que adecuar la función a las distintas etapas de la vida.
Otro factor imprescindibleen el ejercicio de la función paterna es la presencia, que según explicó la psicoanalista, “no es solamente física, sino mental y emocional, pues la ausencia de ella puede generar de por vida una profunda inmadurez en la identidad de ese niño que luego será un hombre y también será un padre”.
A su vez la licenciada recalcó la importancia de “estar”, porque como modelo identificatorio los hijos tomarán aspectos parciales del padre y las hijas, probablemente eligirán a parejas con algunos de sus rasgos.
“Desde una mirada social, la falta de presencia de padre como contenedor de situaciones, como encargado de poner límites y ,cuando sea necesario, de ejercer la autoridad ,trae aparejadas situaciones de violencia social . Por eso los progenitores deben poner cuerpo, palabra, límitey cuando sea necesario ,también autoridad”, concluyó.
*La licenciada Adriana Guraieb es miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA) y Full Member de la Asociación Psicoanalítica Internacional.
