Cada año mueren 660.000 personas infectadas por la malaria, la mayoría de ellas niños menores de cinco años en África, a pesar de que desde 2000 la mortalidad por esta enfermedad disminuyó en más de un 25 % en todo el mundo.
Son datos que ofrecieron en España varias organizaciones con motivo del Día Mundial del Paludismo, que destacaron que la prevención de la enfermedad mediante el uso de mosquiteros impregnadas, el avance en el diagnóstico y el acceso de la población al tratamiento posibilita la reducción de la mortalidad.
La ONG Plan recuerda que la malaria es una enfermedad causada por el parásito Plasmodium que se transmite mediante la picadura de un mosquito infectado, y cuando llega al cuerpo se multiplica e infecta el organismo pudiendo causar la muerte.
La organización, que está presente en 50 países de África, América Central y del Sur y Asia, estima que se registran más de 200 millones de casos de malaria en el mundo, de los que 660.000 acaban en muerte.
«La malaria es prevenible y curable. Es necesario que gobiernos y organizaciones se comprometan a invertir en la salud de los niños y niñas», afirmó la directora de Plan Internacional en España, Concha López, quien añadió que la distribución de mosquiteros entre la población de África occidental podría salvar la vida a tres millones de niños en los próximos años.
En Camerún la malaria es uno de los principales problemas de salud pública: el 30 % de la población infantil da positivo en los test de diagnóstico rápido, lo que supone que tres de cada diez niños están en riesgo de muerte por la enfermedad.
PLAN, en asociación con el Fondo Mundial de lucha contra el virus de inmunodeficiencia humana, la tuberculosis y la malaria y otras organizaciones locales, trabaja en Camerún, Liberia, Burkina Faso y Togo, concienciando en la prevención y tratamiento de la malaria y llevando a cabo programas de prevención en otros países del continente. De hecho, en Senegal, Mali o Burkina Faso hay zonas que están en periodo de pre-eliminación de la enfermedad.
Desde 2008, la ONG entregó y hasta coordinó el reparto de 19 millones de mosquiteros impregnados en insecticida de larga duración. Además, durante 2012 y en colaboración con gobiernos locales y contrapartes, contribuyó a la formación de 27.900 miembros de las comunidades y de 3.800 trabajadores sanitarios en la lucha contra la malaria en la