Ya son tres las personas fallecidas por el brote de Gripe A en la provincia de Mendoza, según admitieron autoridades sanitarias locales, las cuales reconocen bajos promedios de vacunación porque «se ha perdido el miedo a la enfermedad» entre la población.
La directora de Epidemiología del hospital Diego Paroissien de Maipú, Adriana Koch, indicó a un diario local que dos semanas atrás falleció un empleado del Ministerio de Seguridad provincial de 45 años, con obesidad mórbida, que estaba enfermo de Gripe A.
Ese deceso se sumó al de una embarazada de 29 años, llamada Marisol Rigla, en el mismo centro asistencial, el lunes último, y el de una mujer de 77 años, ocurrido semanas antes, en el Hospital de El Carmen.
La profesional advirtió que los tres casos fatales corresponden a personas que presentaban alto riesgo y sin embargo no estaban vacunadas.
En tanto, el padrastro de Marisol Rigla se quejó, en declaraciones al diario Los Andes, porque «las autoridades deben advertir sobre la gravedad de la situación sanitaria y no lo hacen porque se esta disputando la Copa América».
En el caso de la chica, el director del Paroissien, Luis Jofré, indicó que su situación fue complicada por diversos factores, como el embarazo, el tabaquismo y el haber sufrido en el pasado una leucemia linfocítica aguda, lo que implicó el debilitamiento de sus defensas.
Para la misma época en la que fue internada la joven, su madre también fue asistida por gripe A en una clínica privada, pero evolucionó en forma satisfactoria.
A mediados de junio, las autoridades provinciales habían admitido un «brote» de la enfermedad causada por el virus N1H1, con 58 casos registrados, entre los que se encontraba la primera muerte conocida, la de la mujer de 77 años.
No obstante, en las últimas semanas no se brindó información sobre la evolución de la cantidad de casos, al alegar que concentraban esfuerzos en la prevención.
