El Mindfulness es una práctica que entrena la capacidad de aquietar la mente. Además desarrolla la aptitud de captar la realidad tal cual es, por una parte, y la forma en que nuestra mente la interpreta, por otra.
Es una disciplina que no disocia mente y cuerpo. Precisamente, la práctica del Mindfulness supone un cambio de actitud, un entrenamiento para que “la loca de la casa”, como se la llama a la mente, vuelva a encontrar su “eje».
Esta práctica podría entenderse como “presencia mental” o “atención plena”. Es aceptar y vivir plenamente el ahora. Estar presente y atento, sin juzgar, disponible, receptivo. Es la atención consciente, momento a momento.
La mayoría de la gente, cuando intenta concentrarse, tiene una mente que va y viene. Y el problema es que es poco el tiempo en que esa mente está apoyada en el presente: nos duchamos pensando en la agenda del día y nos distraemos del baño que estamos tomando.
El Mindfulnes nos enseña a tomar las riendas de nuestra atención y a revalorizar el momento presente, del “aquí y ahora” como el único instante que existe.
Está indicado para personas con trastornos de ansiedad, pánico o enfermedades asociadas al estrés. Puede ser un aporte para grandes, chicos y familias enteras: comer, por ejemplo, es un momento ideal para la práctica de la atención consciente.
Esta práctica forma parte de la llamada Medicina Integrativa porque ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas, debido a que solo es posible encontrar equilibrio si la mente es tomada en cuenta.
*La Lic. Marina Lisenberg, quien dicta curso de Mindfulness, es miembro de miembro de AAMI (Asociación Argentina de Medicina Integrativa).