Una mujer de 58 años que vive en Utah, EEUU, está próxima a dar a Luz a su propia nieta. Se trata de Julia Navarro, quien ofreció su vientre para que su hija y su yerno pudieran concretar el sueño de ser padres.
Según consigna la agencia AP, Lorena McKinnon, de 32 años, comenzó a buscar un hijo tres años atrás, pero en ese período sufrió una decena de abortos espontáneos y su gestación más larga fue de apenas 10 semanas.
El matrimonio empezó a considerar la opción de un vientre sustituto y si bien en un principio una amiga y la hermana de McKinnon se habían ofrecido, terminaron por arrepentirse. Fue entonces que Navarro intervino. “Como familia tenemos que ayudarnos”, declaró al diario estadounidense The Salt Lake Tribune.
Antes de que le implantaran el embrión de su hija y su yerno, la mujer fue sometida a inyecciones de hormonas durante tres meses. Para los médicos tratantes, existía un 45% de éxito en el procedimiento debido a la edad. Finalmente todo salió bien, ya que Navarro cursó un embarazo tranquilo y dará a luz en las próximas semanas.
Al igual que en otros casos de vientres sustitutos, la pareja y Navarro requirieron de tres meses de asesoría, en la que intervinieron sociólogos para advertirles sobre la elección de un pariente. «La mayoría de los contratos se hacen con gente que no conoces. Fue raro hacer un contrato con mi mamá», sostuvo McKinnon.
Si bien no se aclaró qué tan frecuentes son estos caso, en el informe periodístico se recordó situaciones similares, como la de una mujer de 53 años residente de Iowa que dio a luz a sus nietas gemelas y de otra de 48 años, quien trajo al mundo a su nieto en Maine.
De acuerdo con la ley de Utah, las madres sustitutas deben tener al menos 21 años, estabilidad económica y haber dado a luz alguna vez.
Estos procedimientos son caros ya que entre el gasto médico previo y el alquiler de vientre termina por costar unos 60 mil dólares.
McKinnon declaró estar agradecida a su madre por haberse ofrecido para el procedimiento, lo que le permitió aliviar algunos obstáculos financieros. Es que quienes soliciten una madre sustituta deben estar no sólo casados sino ofrecer una suma considerable a la colaboradora.
Fuentes: AP
