Un nuevo estudio no halló un vínculo entre el uso de celulares y el desarrollo del cáncer cerebral, señalan hoy investigadores daneses en la página electrónica de la revista British Medical Journal (BMJ).
La conclusión desestima la advertencia del Centro Internacional de Investigación del Cáncer (CIRC), una agencia de la Organización Mundial de la Salud, que estimó en mayo que el uso de los celulares era «quizá cancerígeno para el hombre». En ese entonces, los expertos reunidos habían analizado todos los estudios sobre el tema y algunos mostraban un riesgo mayor de glioma, un cáncer cerebral.
Pero según este reciente análisis, a cargo de investigadores del Instituto de Epidemiología de Copenhague, los casos de tumores en el sistema nervioso central eran los mismos entre las personas que usaron el teléfono móvil durante un largo periodo de tiempo -más de 10 años- y las que jamás utilizaron los celulares.
El riesgo del uso de estos dispositivos fue motivo de debate durante años, pero este último estudio concluyó que los usuarios de estos teléfonos no están más expuestos a desarrollar cáncer cerebral.
Durante18 años, los investigadores siguieron de cerca la salud de 350.000 personas, entre las que había usuarios de móviles y otras que nunca habían tenido acceso a los celulares.
Así, los expertos señalaron que no pudieron hallar un particular incremento del riesgo de desarrollar tumores en el sistema nervioso central entre las personas que hablaban regularmente por celular
El estudio «ha permitido investigar los efectos en la gente del uso de teléfonos móviles durante diez años o más, y este uso a largo plazo no estuvo asociado con un mayor riesgo de cáncer», subrayan los autores en el BMJ. Pese a todo, los investigadores daneses puntualizan que aún hay que establecer el efecto del celular en el caso de los niños.
La responsable de información sanitaria de la organización británica Cancer Research UK, Hazel Nunn, dijo que «estos resultados son la prueba más importante de que el uso de móviles no parece incrementar el riesgo de cáncer en el cerebro». Mientras que para el profesor Malcolm Sperrin, experto del Hospital Royal Berkshire, en las afueras de Londres, estas conclusiones «revelan claramente que no hay un riesgo añadido” de desarrollar la enfermedad en esa área.