Un nuevo método de inmunoterapia permite atacar a las células cancerosas que presentan mutaciones propias de cada paciente, según los prometedores resultados de un estudio clínico realizado en Estados Unidos sobre una mujer enferma.
«El método que desarrollamos permite recurrir a la inmunoterapia para combatir mutaciones genéticas del tumor propias de cada enfermo» y tratar de esa manera gran número de cánceres, explicó el doctor Steven Rosenberg, responsable del servicio quirúrgico del Instituto del Cáncer de Estados Unidos (NCI), principal autor de estos trabajos, publicados en la revista Science.
Se trata de cánceres de las células epiteliales que se encuentran en la piel y las cavidades internas del cuerpo, como, por ejemplo, el tubo digestivo, los pulmones, el páncreas y la vejiga y que reúnen el 80% de los tipos de cáncer.
Hasta ahora la inmunoterapia se había mostrado prometedora sobre todo en el tratamiento de los tumores más raros, como el melanoma, un cáncer agresivo de la piel.
Este método consiste en destruir las células del sistema inmunitario del enfermo mediante quimioterapia para remplazarlas por células reprogramadas, capaces de reconocer a las células cancerosas mutantes y destruirlas.
La paciente objeto de este estudio clínico, una mujer de 43 años afectada por un cáncer del canal biliar, fue seleccionada para esta investigación tras el fracaso de una intervención quirúrgica y una quimioterapia.
Los investigadores efectuaron una secuencia del ADN de su tumor a partir de una muestra obtenida por biopsia. Así, pudieron hallar células inmunitarias en su organismo que combatían específicamente una mutación de su cáncer.
Cultivaron luego en laboratorio gran número de linfocitos T, las principales células del sistema inmunitario, obteniendo cerca de 42.400 millones, 25% de ellas capaces de combatir esta mutación específica. La totalidad de estos linfocitos T fueron trasfundidos a la paciente.
El tumor se fue reduciendo durante seis meses, antes de estabilizarse durante otros semestre, indica la investigación.
Cuando, luego de 13 meses, el cáncer volvió a avanzar, la paciente fue nuevamente sometida a una transfusión de células T, 95% de las cuales eran capaces de atacar la mutación del tumor.
Tras este segundo tratamiento, el cáncer retrocedió durante seis meses.
«Dado que el gran problema de la inmunoterapia para tratar gran número de cánceres es la escasa frecuencia de las células T capaces de atacar las mutaciones del tumor, este método podría ser empleado para cultivar células inmunitarias que pudieran combatir las formas más comunes de cáncer», estimó Rosenberg.