El tratamiento para frenar el consumo excesivo de alcohol es, en relación con otras sustancias causantes de dependencia, el que mayor demanda tiene en todo el mundo, con excepción del continente americano, donde la cocaína lleva la delantera, reveló la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su primer informe mundial sobre los problemas provocados por las sustancias adictivas, la OMS afirma también que hasta el 16% de la población de países de Europa central y oriental sufren de un consumo excesivo de bebida, comparado con un 10% en algunos países de América y del sudeste asiático.
El alcohol es sumamente letal según el estudio, que le atribuye una tasa de mortalidad de 35 por cada 100.000 personas, frente a 4 por cada 100.000 en el caso de las sustancias ilícitas.
Las drogas, la bebida y otras sustancias psicoactivas alteran las funciones y la estructura cerebral, afectan al humor, la percepción y el nivel de conciencia, además de que pueden conllevar problemas psicológicos y psicosociales, la perdida del empleo y otros muchos problemas.
Presentado por la OMS como un «Atlas» destinado a facilitar la comprensión de los desórdenes causados por el alcohol y sustancias ilícitas, así como la manera de tratarlos y prevenirlos, este estudio atribuye al primero una tasa de morbilidad superior a la provocada por el tabaco (5,4 por ciento frente al 3,7 por ciento).
Aunque las drogas ilegales son utilizadas por una minoría de la población mundial, uno de cada cinco consumidores puede encontrarse en algún momento de su vida en situación de dependencia, según datos recogidos principalmente en Estados Unidos y Australia.
El análisis global fue elaborado a partir de datos de 147 países, que representan el 88% de la población mundial y con un hincapié particular en los países de ingresos bajos y medios.