Este jueves 5 de mayo se celebra el Día del Celíaco, pero quienes sufren esta afección intestinal aún esperan por sus motivos para festejar. Es por eso que en esa fecha, a partir de las 18, se realizará una marcha que parte desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo para reclamar la reglamentación de la Ley 26.588, sancionada en diciembre de 2009 y en espera para ser aplicada por el Ministerio de Salud.
La norma establece que las Obras Sociales, Empresas de Medicina Privada y otros agentes de la salud brinden a sus afiliados la cobertura de alimentos específicos. A su vez, apunta al correcto rótulo de todos los productos libres de gluten, la concreción de campañas de difusión sobre el padecimiento, y la asistencia a quienes carecen de cobertura médica.
“Llevar una dieta libre de gluten es el único tratamiento para la enfermedad celíaca, pero muchos pacientes la abandonan por falta de recursos”, sostuvo a DocSalud.com la abogada Celina Bo, propulsora de la ley y madre de dos hijas con la afección.
Es que según explicó, llevar una alimentación adecuada para evitar los síntomas puede llegar a costar cuatro veces más que una dieta tradicional y que incluso el precio de una bolsa de palmeritas de 200 gramos se vuelve una excentricidad, ya que su precio ronda los $ 45.
“La celiaquía es una enfermedad crónica con un único tratamiento: la dieta. Sin embargo, las coberturas médicas no la toman como tal cuando se niegan a cubrir los alientos aptos, lo que obliga a los pacientes a presentar recursos de amparo”, sostuvo Bo.
La abogada reconoció que, tras años de lucha, los fallos avanzaron: “La última sentencia contra OSDE reconoció a la enfermedad celíaca como crónica y obligó a cubrir el 70% del valor de alimentos específicos manufacturados y no sólo de harinas y premezclas, porque el ritmo de vida actual no permite a las madres amasar cada vez que un hijo quiera comer una galleta”.
Bo enfatizó en que “la falta de reglamentación nunca debe ser un impedimento para que el Estado cumpla con el derecho a la salud”. Es que este padecimiento, que daña el revestimiento del intestino delgado e impide la absorción de parte de alimentos, produce graves consecuencias si no es tratado. Entre ellas están la pérdida de masa ósea, los abortos reiterados, el cáncer de colon e intestino y la baja talla, entre otras.
Sin embargo, estos efectos “no se conocen de manera masiva, ya que no hay campañas publicitarias”, indicó la abogada. Por otra parte agregó que tampoco existe una conciencia común para evitar la contaminación cruzada, que en el caso de los celíacos responde a que el gluten de un comestible pase a otro alimento porque no se efectuó una buena práctica de manipulación cuando era elaborado.
Como ejemplo la abogada dijo: “Si se contamina una papa frita cuando se usó para su cocción el mismo aceite que el de una milanesa, la intolerancia se da por acumulación, y en cinco años estos descuidos pueden repercutir seriamente en la salud del paciente”.
Por otra parte, Bo resaltó que la legislación bonaerense prevé dar subsidios a bares y restaurantes que incluyan menús “apto celíacos”. Según expresa, este incentivo puede combatir parcialmente la implicancia social de la enfermedad, especialmente en los más chicos, “ya que la salud psíquica de los pequeños también se ve afectada al no poder comer nada afuera, ni tampoco en los cumpleaños”.
En relación a los rótulos, las empresas que los incluyen “lo hacen por iniciativa propia y a veces, también los quitan”. En ese sentido, para garantizar su aparición, la ley “no es una iniciativa caprichosa”, sino una garantía para que el derecho a la salud, a la integridad y a la información se cumplan.
Por útlimo, Bo agregó que la marcha, que lleva el nombre “Reglamentación ya” será pacífica, ya que “no es intención molestar a nadie ni cortar una calle”. Aseguró que se invitará a la gente a caminar por los costados de las avenidas con el objetivo de que un reclamo que garantice la salud psíquica y física de quienes poseen intolerancia al gluten sea al fin una prioridad dentro de la agenda política.
