Un estudio realizado para analizar la autoestima de niños con enuresis nocturna -es decir, que no dejaron de hacer pis en la cama hasta después de los cinco años- e incontinencia urinaria mostró que si este problema no se trata, puede derivar en posteriores alteraciones psicológicas secundarias.
El trabajo, titulado “La autoestima antes y después del tratamiento en niños con enuresis nocturna e incontinencia urinaria” fue realizado por los departamentos de Psiquiatría para Niños y Adolescentes, de Epidemiología y Cuidados Sanitarios, Hospital Universitario de Umeå y Pediatría del Hospital Universitario de Umeå, Suecia y publicado en la revista Scandinavian Journal Urology and Nephrology.
El método utilizado consistió en comparar grupos de niños con enuresis nocturna e incontinencia urinaria versus grupos sin estos síntomas; ambos grupos fueron reclutados en Umeå, Suecia. Antes de comenzar el tratamiento se realizaron controles psicológicos donde se midió la autoestima de ambos grupos utilizando un cuestionario de auto-evaluación sueco.
Se observó un deterioro significativo de la autoestima en el grupo con enuresis nocturna e incontinencia urinaria frente al grupo control de pequeños sin síntomas. Se realizaron además controles de seguimiento a los tres y a los seis meses.
Se observó que después de seis meses de tratamiento, los pacientes tuvieron el mismo nivel de autoestima que los del grupo control. La autoestima fue significativamente mayor en pacientes que no presentaban incontinencia alguna a los seis meses de seguimiento en comparación con aquellos niños que aún tenían problemas urinarios.
“Dado su frecuencia y como la enuresis afecta la calidad de vida de muchos de niños y adolescentes, se recomienda la búsqueda de ayuda y consejo médico, ya que existen alternativas terapéuticas que, adecuadamente indicadas, permiten que estos niños amanezcan con la cama seca. Está probado que la contención fortalece la confianza de estos niños. Es a partir de los 5 ó 6 años cuando la prevalencia del problema se ubica entre el 10 y 15% de los niños, por lo que es vital la consulta con el pediatra”, sostuvo la doctora Edurne Ormaechea, Uróloga infantil del Hospital Italiano a cargo del Centro de Incontinencia Urinaria y Fecal infantil (CIUFI).
Dos áreas principales fueron el centro de los estudios psicológicos: las causas de los trastornos urinarios y el impacto psicológico ocasionados.
Durante muchos años el origen de estos trastornos estuvo asociado únicamente a factores psicológicos; sin embargo actualmente, se considera que la causa de la enuresis nocturna también puede relacionarse con un factor genético o bien principalmente con cuestiones biológicos como las formas de dormir o los niveles de vasopresina.
“Si la baja autoestima persiste en niños con enuresis a lo largo de los años, se puede esperar que aparezcan más adelante trastornos psicológicos secundarios. Por lo tanto, el temprano tratamiento médico y psicológico en niños pequeños con enuresis nocturna es aconsejable para prevenir posteriores alteraciones psicológicas”, citó Ormaechea.
La enuresis es un problema común que afecta tanto a los niños como a su entorno familiar, ya sea directa o indirectamente, según detalla el sitio www.pisenlacama.com.ar. Tres de cada 10 personas fue enurética de niño, mientras que la mayoría de la población tiene o tuvo algún hijo, familiar cercano o conocido con esta condición.