El secretario Gremial del Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (ALEARA), Ariel Fassione, apoyó hoy la vigencia de los espacios «libres de humo» en lugares de acceso público, como las salas de juego, pero subrayó que «debe haber un mismo criterio para todos e igualdad de condiciones en su funcionamiento».
«No puede ser que por ejemplo en un bingo se pueda fumar y entonces los clientes y los trabajadores estén en medio del humo del cigarrillo, pero muy cerca, cruzando la General Paz o el Riachuelo, en otro bingo esté prohibido fumar porque las normas que rigen en ese lugar son distintas», aseguró Fassione.
En un comunicado, remarcó que esta situación «afecta también a los trabajadores», y señaló que «hay preocupación porque en algunos casos hay salas que ya han comenzado con suspensiones y con medidas que afectan al empleo a partir de la polémica generada por la prohibición o no de fumar” dentro de esos lugares.
A principios de septiembre último el Gobierno porteño clausuró la planta alta del Bingo Caballito por infracción a la denominada Ley Antitabaco (Ley 1799), aunque posteriormente un controlador de faltas levantó esa medida y habilitó el sector al público.
En medio de esta situación, los responsables de la sala de juegos resolvieron que por el momento no se pueda fumar en el lugar, mientras aguardan un pronunciamiento de la Justicia en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad.
Por su parte, el apoderado del Bingo Caballito, Omar Ilarraz, sostuvo que esa sala de juegos «no está en contra de la salud ni le está faltando el respeto al no fumador, porque se implementaron reformas para tener separados los ámbitos y se adecuaron los sistemas de extracción de humo para respetar el derecho de las personas que no fuman».
Ilarraz señaló también que hubo una «merma importante» en la afluencia de público a esa sala desde que se produjo la clausura en torno a este tema. Igualmente, remarcó que a partir de las obras realizadas «se cumple en su totalidad con la Ley 1799» y por ese motivo la firma reiteró el pedido de «levantamiento inmediato de la clausura del 1er piso sector no fumador» de esa sala de juegos.
A partir del año 2006, cuando entró en vigencia la llamada Ley Antitabaco en la Ciudad de Buenos Aires, los bingos porteños realizaron reformas para habilitar un sector destinado a los fumadores.
El artículo 21 de la Ley señala puntualmente que «las zonas habilitadas para fumar deberán estar debidamente señalizadas, apartadas físicamente del resto de las dependencias, no ser zonas de paso obligado para población no fumadora y disponer de sistemas de ventilación independientes».