La «Primera Semana de la siesta, el sueño y la calidad de vida en Buenos Aires» será organizada por la Universidad Abierta Interamericana (para su programa Universidad Saludable); el Parque Ecológico Guillermo E. Hudson, y «Selfishness», el siestario ejecutivo porteño pionero en Latinoamérica.
El evento se lleva a cabo entre el lunes 24 y el sábado 29 de octubre, tiene como finalidad concientizar a la sociedad urbana del valor del tiempo de descanso para mejorar la salud, el rendimiento y la calidad de vida.
Se trata de una semana de actividades totalmente gratuitas para conocer la importancia de incorporar el descanso a la vida diaria. Y consistirá fundamentalmente en: circuitos de siesta productiva; talleres vivenciales de manejo de estrés además de jornadas académicas con prestigiosos profesionales médicos y científicos especialistas en Medicina del Sueño.
El cierre será en el Parque Ecológico Hudson con Circuitos de Siesta en contacto con la naturaleza, que incluye valoración de especies vegetales nativas, avistaje de pájaros, muestras de energías renovables; y ¡Meditación en el bosque!,
En Argentina una de cada cuatro personas duerme mal y la cantidad de tiempo dedicada al descanso se redujo un 25% en los últimos años, indican recientes estudios. Una siesta corta reduce el riesgo cardíaco, aumenta la energía y previene accidentes laborales.
Empleados cabeceando frente a la computadora después de almorzar, bostezos, irritabilidad y malhumor son moneda corriente entre quienes se levantan muy temprano, viajan horas para llegar a la oficina y no tienen la posibilidad de cerrar los ojos al menos 15 minutos en la mitad del día.
En Japón, Francia y EEUU son las mismas corporaciones las que impulsan a sus empleados a dormir la siesta para aumentar la productividad brindándoles lugares especialmente destinados a ese fin.
En Alemania los sindicatos de trabajadores reclaman una Ley de la Siesta; desde la Sociedad Argentina del Trabajo aseguran que es fundamental para preservar la salud y en Facebook ya son varios los grupos que están sumando adeptos a la sana costumbre del interior que está invadiendo Buenos Aires.