¿Por qué nos rascamos la cabeza cuando enfrentamos una dificultad?

Esta reacción se debería a que las emociones negativas aumentan la sensación tanto de dolor como de picazón en la piel. Así lo demostró un reciente estudio. 

Una reacción tan común como rascarse la cabeza ante una situación de dificultad parece tener una explicación científica. Las emociones negativas aumentan la sensación tanto de dolor como de  picazón o prurito a nivel de la piel. Así lo demostró un estudio publicado en la revista British Journal of Dermatology que evaluó estos síntomas en personas expuestas a emociones opuestas, positivas o negativas.

Para medir este efecto, investigadores de la Universidad de Radboud, Holanda, estudiaron a 77 mujeres adultas antes y después de mirar un fragmento de una película, la mitad del grupo vio una película positiva (Happy feet) y el otro 50% un filme de carácter violento o negativo (Irreversible). También, y a modo de control, se evaluó la respuesta después de ver un largometraje neutro del Discovery Channel. Se invitó a las voluntarias a identificarse fuertemente con las emociones y los sentimientos del personaje principal.

El estudio consistió en aplicar estímulos eléctricos, físico-químicos (histamina) y térmicos (agua helada) sobre la piel de las participantes para inducir sensaciones de dolor y de picazón antes y después de ver las películas. Se evaluaron las reacciones a estos estímulos a través de dos métodos, graduar la intensidad en una escala analógica visual y medir el tiempo transcurrido entre el comienzo del estímulo y el pedido de suspenderlo por parte de las mujeres para detectar el umbral de tolerancia.

Más del 90% de las voluntarias manifestaron haber experimentado un compromiso entre moderado y alto con los contenidos y el personaje de la película. Las participantes que vieron los fragmentos del largometraje de tono negativo tuvieron un puntaje significativamente más elevado en la escala analógica visual para medir el prurito evocado por histamina y el dolor producido por el agua helada. Sin embargo, el umbral de tolerancia a los estímulos eléctricos y de temperatura fue similar en ambos grupos. Según señalaron los investigadores, las características psicológicas individuales de las participantes no influyeron en los resultados.

El estudio mostró por primera vez que las personas sienten mayor prurito ante estados de ánimo negativos y replicó  hallazgos de investigaciones anteriores sobre el aumento de la sensación de dolor en estas situaciones. Las respuestas podrían explicarse por la activación o desactivación de diferentes áreas cerebrales al experimentar emociones. Estas regiones comprenden la corteza cingulada anterior y posterior, la corteza prefrontal y la insular.

Los resultados sugieren que las emociones negativas pueden aumentar la sensación de picazón además del dolor y que las personas que manifiestan estos síntomas podrían beneficiarse a través de diferentes terapias psicológicas como enfoques cognitivos, técnicas de relajación y manejo del estrés.

Fuente: Medscape

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