Presentan guía anti-tabaco que propone a profesionales de la salud dar “un buen consejo”

La recomendación debe durar 30 segundos y estar presente en cualquier consulta. El texto propone que todo integrante de una institución sanitaria, ya sea médico o enfermero, puede colaborar para el cese del vicio. 

Más de 20 sociedades científicas e instituciones participaron para la confección una guía para el tratamiento del tabaquismo en la ciudad de Buenos Aires, que incluye un esquema de intervenciones dirigido al personal de la salud para que pueda tener contacto con un paciente fumador.

El texto señala que cada integrante del equipo médico puede realizar una intervención de cesación de tabaco en sus pacientes, siguiendo un esquema bajo la sigla ABC, que consiste en: averiguar, en un breve consejo y en lograr la cesación tabáquica. A su vez, indica que cada profesional de la salud debe averiguar si el paciente fuma, lo que implica preguntar en cualquier área de servicio sanitaria a cada persona que concurre para atenderse y registrar en su historia clínica, si es fumador, ex fumador o nunca fumó.

 
En tanto, el personal deberá administrar un breve consejo de cesación tabáquica a todo paciente fumador al menos durante 30 segundos e intervenir evaluando la motivación para dejar de fumar y qué tipo de tratamiento que puede seguir.

Para la elaboración del texto se revisó la bibliografía disponible hasta agosto de 2009. Sus recomendaciones están respaldadas por evidencia científica y para confeccionarlas se tomó como punto de partida la Guía médica de Nueva Zelanda, una de las más avanzadas en el tratamiento de los pacientes fumadores.

La especialista Marta Angueira, coordinadora del Programa de Prevención y Control de Tabaquismo, sostuvo que «en la implementación es fundamental un equipo de salud que trabaje en forma interdisciplinaria», a la par que destacó que «la guía está dirigida a todos aquellos profesionales que atienden a pacientes tanto médicos, enfermeros, bioquímicos, psicólogos, fonoaudiólogos y odontólogos” porque cada uno de ellos “puede contribuir a la cesación tabáquica».

En igual sentido, Silvia Cortese, coordinadora de la Red Tabaco o Salud de la ciudad, opinó que «es necesario que las guías se incorporen en la práctica clínica, es decir que los profesionales sanitarios adopten sus recomendaciones y las apliquen a sus pacientes».


El tabaquismo es un grave problema en la ciudad de Buenos Aires y según la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación de 2005, en la Capital fuma el 31,9% de la población adulta.

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