Más de la mitad de los argentinos desconoce qué causa el cáncer de cuello uterino (CCU) y sólo el 11% de ellos vincula al Virus del Papiloma Humano (VPH) con la patología. Los resultados se desprenden de una encuesta a 1.014 adultos de Capital, Gran Buenos Aires Buenos Aires y el interior del país.
La buena notica del sondeo, realizado por TNS Gallup, es que 7 de cada 10 personas sabe que el CCU puede prevenirse, y esta proporción aumenta entre las mujeres, llegando a 8 cada 10.
A su vez, la mitad de los argentinos declara conocer la existencia de una vacuna para prevenir este cáncer y el 68% de las mujeres sabe sobre la inclusión de la vacuna contra el VPH para niñas de 11 años en el Calendario Nacional de Vacunación.
Por otra parte, se desprende que entre las formas más mencionadas de prevención contra el cáncer de cuello uterino están la vacunación, con un 31% y el Papanicolau, con un 28%.
Actualmente, el cáncer de cuello uterino es el segundo entre mujeres menores de 45 años y causa a nivel mundial una 280 mil muertes anuales, de las cuales el 80% ocurre en países pobres.
En el mundo se diagnostican cada año 500 mil nuevos casos, mientras que en Argentina llegan a 4 mil. El VPH, una patología que forma parte del grupo de las enfermedades de transmisión sexual, es la causa necesaria para que se produzca el CCU.
Se estima que aproximadamente el 80% de las mujeres sexualmente activas están en riesgo de contraer la infección por VPH durante el transcurso de sus vidas. Los virus VPH 16, 18, 45, 31 y 33 son los responsables de aproximadamente el 83% de los casos de cáncer de cuello de útero en América Latina.
Para prevenir la aparición del cáncer, sostener un plan de consultas médicas periódicas es importante no solo para el control sino para facilitar el acceso a la información. Además, deben realizarse estudios ya que muchas de las enfermedades de tipo ginecológicas se detectan de esta manera.
Se recomienda a todas las mujeres realizarse el Papanicolaou (Pap) regularmente, según la indicación de su médico, ya que detecta las alteraciones celulares de manera que puedan ser evaluadas por el profesional de cabecera y él sea el encargado de definir la conducta a seguir.
Otra importante medida para prevenir el VPH es la vacunación. Ésta, combinada con el Pap constituiría la manera más efectiva de prevención.
“El período de edad en el cual se puede recibir la vacuna es desde los 9 años en adelante, de acuerdo a las aprobaciones realizadas por ANMAT”, indicó a través de un comunicado el laboratorio GlaxoSmithKline, quien encargó el sondeo.
Agregó que si bien es recomendable aplicarla lo más tempranamente posible y preferentemente antes de que la mujer tenga contacto con el VPH, las mujeres sexualmente activas también se benefician con esta vacunación, ya la infección previa no reduce el riesgo de una infección posterior y que el peligro de contagio persiste durante toda la vida sexual de la mujer.