Un equipo del hospital Great Ormond Street, en Londres, Reino Unido realizó un trasplante de médula ósea no compatible mediante una técnica que podría solucionar la escasez de donantes. Según informó el sitio BBC Mundo, el nuevo método no necesita de una coincidencia perfecta para esta operación.
Mohammed Ahmed, quien está a punto de cumplir cinco años, fue de los primeros tres niños en el mundo que probó este nuevo tratamiento. Este paciente, que esperó un donante compatible por años, sufre un síndrome severo, que consta de una debilidad del sistema inmune que lo vuelve más susceptible a infecciones. Había sido ingresado al hospital cuando apenas tenía un año a la espera de un trasplante de médula, el único tratamiento conocido para este cuadro.
Mientras estaba en la lista de espera, el niño se enfermó gravemente de gripe porcina. Fue entonces cuando sus médicos decidieron que la única esperanza realista de vida era recibir un trasplante de médula ósea no coincidente, con su padre, Jamil, como donante, quien aceptó proseguir con esta terapia experimental.
Antes de la donación, a Jamil lo vacunaron contra la gripe para que las células de su médula supieran cómo combatir la infección. El paso siguiente fue modificar en laboratorio estas células inmunes donadas -llamadas linfocitos T- para diseñar un interruptor de seguridad, un mensaje autodestructivo que podría activarse si el cuerpo de Mohammed lo empezaba a rechazar una vez trasplantado.
El rechazo, o la llamada enfermedad de injerto contra huésped, es una complicación grave en los trasplantes de médula ósea, en especial cuando el tejido coincidente entre el donante y el receptor no es perfecto. Se trata de uno de los retos más difíciles que enfrentan los pacientes y sus médicos.
Cuando ocurre una incompatibilidad de trasplante en niños, se eliminan los linfocitos T para evitar la enfermedad de injerto contra huésped, pero esto causa problemas en términos de infecciones por virus y una recaída de leucemia. El interruptor de seguridad soluciona esto, ya que hay muchos linfocitos T para transfusiones y se pueden matar si surge algún problema.
«Esperamos a que llegara un donante con compatibilidad completa pero no sucedió. Gracias a Dios tomamos la decisión de aceptar este tratamiento», indicó Jamil Ahmed, padre de Mohamed. «Ahora está bien. Algunas veces nos olvidamos por lo que ha pasado, sencillamente estamos muy agradecidos”, sostuvo.
El trasplante que se realizó en 2011 fue un éxito y los médicos no necesitaron utilizar el interruptor de seguridad.
Si bien Mohammed todavía debe tomar una buena cantidad de fármacos para evitar infecciones futuras, su sistema inmune ahora está mucho mejor.
El doctor Waseem Qasim, asesor en inmunología pediátrica del hospital Great Ormond Street y principal autor del estudio, dijo que este nuevo enfoque podría significar que los niños que reciban un trasplante incompatible podrán tener las mismas posibilidades de éxito que aquellos que reciben un trasplante 100% coincidente.
«Creemos que Mohammed está curado de su trastorno. Ahora, él debería vivir una vida bastante normal», agregó.
El informe completo de la terapia de Mohammed y la investigación realizada por el hospital de Londres, el King’s College de Londres y el Instituto de Salud Infantil fue publicado esta semana en la revista PLoS One, de la Academia de Ciencias de Estados Unidos.
Actualmente existen unos 37.000 pacientes en todo el mundo a la espera de un trasplante de médula ósea. De acuerdo con las estadísticas, sólo el 30% encontrará un donante perfecto en su familia. Las donaciones incluyen recoger muestras de sangre de una vena o hacer una aspiración de médula ósea de la pelvis utilizando una aguja y una jeringa.