Académicos, investigadores, médicos y asociaciones de pacientes que participaron de un seminario en el Senado plantearon la necesidad de una ley que regule investigaciones y terapias con células madre, ante la proliferación de prácticas médicas pagas, prohibidas en la fase de estudio clínico, y cuya eficacia no fue probada.
«La falta de una ley nacional que regule las investigaciones y terapias con células madre en Argentina limita el `poder de policía` para clausurar los establecimientos de los grupos que ofrecen un tratamiento» no aprobado, planteó la abogada Fabiana Arzuaga, coordinadora de la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa.
Arzuaga, responsable de la Comisión que depende del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, contó que los grupos «han sofisticado las herramientas jurídicas que acompañan la venta de esas terapias, con el agravante de que los pacientes firmaron el consentimiento informado en el que asumen los riesgos».
El seminario fue inaugurado por el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, y es el sexto encuentro «hacia la elaboración de un marco normativo para las investigaciones y terapias con células madre en la República Argentina».
«El Ministerio desde su Comisión Asesora trabaja en la elaboración de un proyecto de Ley que contemple la situación de las células madre desde el punto de vista científico, ético y regulatorio», informó Barañao.
El ministro abogó por una ley «que ponga a la Argentina en el contexto internacional y dé al ciudadano la garantía necesaria para que estas tecnologías sean aplicadas en el país bajo las normas más estrictas y éticamente controladas».
La ponencia de Arzuaga continuó a una mesa redonda en la que participaron integrantes de obras sociales, el instituto de regulación de medicamentos y tecnologías médicas, ANMAT, asociaciones médicas y de pacientes, coordinada por Salvador Bergel, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires.
«La investigación que compromete seres humanos afecta derechos personalísimos, por eso debe ser regulada por una ley nacional que termine con los abusos a los que se ha dado este tema», afirmó Bergel.
Arzuaga enfatizó que los procedemientos que se hacen en China, y que provocan acciones solidarias para juntar elevadas sumas de dinero, «son meramente experimentales, sin protocolos de investigación, y no aportan nada al desarrollo de la ciencia con nuevos conocimientos».
«No enmarcan en la regulación de la práctica médica, ni en la de la investigación», advirtió.
Arzuaga enfatizó que «los procedimientos con células madre son radicalmente nuevos y deben ser objeto de investigación formal en sus primeras etapas, para determinar si son seguros y eficaces».
El marco regulatorio vigente en Argentina para la investigación con células madre está integrado por la ley de trasplantes, la regulación de la ANMAT para medicamientos y la del ministerio de Salud para la investigación clínica.
Del seminario participaron Bernard Siegel, fundador y director ejecutivo de Genetics Policy Institute; Douglas Sipp, responsable de la Unidad de Estudio en Ética y Políticas en Ciencia del centro Riken en Japón; y Marcos Timón, de la Unidad de Terapias Avanzadas y Biotecnología de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.