Todo comenzó en un exclusivo resort en la costa sureste de República Dominicana, donde una pareja de venezolanos celebraba su matrimonio junto a más de 500 invitados, de los cuales 450 eran compatriotas suyos. Pocos días después, el cólera volvería a Venezuela tras una ausencia de diez años. Hoy se sabe que el agente causal de la infección estaba entre los platos principales.
Según el ministro dominicano de Salud Pública, Bautista Rojas, «el contagio (de nueve casos en ese país vinculados al mismo evento) obedeció a la ingesta de langostas procedente de las costas de Pedernales (en la frontera con Haití), las cuales no estuvieron debidamente cocidas».
Ante la llegada a Venezuela de invitados de esta boda posiblemente infectados, el gobierno debió implementar una campaña de prevención para hacerle frente al brote de cólera. El 26 de enero se confirmaron los primeros 21 casos que dispararon las alarmas y las autoridades sanitarias implementaron en respuesta un plan de prevención que constó de una campaña en medios de comunicación y el refuerzo de controles en hospitales, terminales aéreas y portuarias. En total, unas 252 personas fueron tratadas, de las cuales 28 debieron ser hospitalizadas y 64 recibieron tratamiento ambulatorio.
La ministra de Salud, Eugenia Sader, hizo en su momento un llamado a que los invitados se hicieran estudios médicos ya que, aunque los organizadores de la boda entregaron una lista de invitados, no se conoce con certeza quiénes asistieron. La gran mayoría de los concurrentes volvió a Venezuela pero muchos lo hicieron en vuelos privados o chárter. Por ello, las autoridades aeroportuarias del país poco pudieron hacer.
«Era difícil llamar a las 452 personas porque la mayoría viajó en vuelos privados. Pedimos la lista de invitados a los organizadores del evento, llamamos a la lista de vuelos comerciales y alertamos por la prensa que los asistentes debían recibir tratamiento», le dijo la ministra al diario El Universal.
Hasta el momento no se han registrado casos autóctonos y, para asegurarse de que la situación se mantenga bajo control, Las autoridades sanitarias realizarán un estudio a nivel nacional para comprobar si la bacteria del Vibrio choleraeno está circulando por el país, dijo Sader a Venezolana de Televisión.
Más víctimas de la langosta contaminada
Sader confirmó que parte de este brote originado en la boda también viajó a España, México y EEUU. Además de los casos confirmados en el país, existen 12 venezolanos afectados en República Dominicana, dos en Madrid, dos en Boston y tres en Nueva York, EEUU y uno en México, todos ellos, asistentes a la celebración. Se alertó a quienes participaron del evento para que, ante la presencia de síntomas, se dirijan al centro de salud para recibir el diagnóstico y tratamiento oportuno. Es fundamental, dijo la ministra Sader, ubicar a estas personas para que no se conviertan en fuente de transmisión de la enfermedad.
Un esfuerzo integrado para combatir la epidemia en Centroamérica
Estos nuevos ecos de la epidemia de cólera que sufre Haití desde octubre -que ya afectó a 200.000 personas y causó la muerte de otras 4.000- pusieron en alerta a otros países de la región, con 245 casos registrados en Venezuela y 238 en República Dominicana. Frente a este fenómeno, expertos en salud de Centroamérica se darán cita en Costa Rica para analizar estrategias de combate a una eventual epidemia de cólera en la región. Así lo informó en un comunicado oficial la ministra costarricense de Salud, María Luisa Avila, en el que indicó que su país será sede los días 3 y 4 de marzo del primer Taller Centroamericano para la Contención de una Epidemia de Cólera, ante la necesidad de unir la región en el combate a esa enfermedad que resulta letal sin atención médica oportuna.
