El Reino Unido registró casi medio millón de nuevos casos de enfermedades de transmisión sexual (ETS) el año pasado. Los adolescentes y los menores de 25 años, especialmente las mujeres, son los más afectados, según estadísticas oficiales.
Los funcionarios de salud indicaron que el aumento en las ETS en chicas jóvenes respondía sobre todo a la reticencia a insistir sobre el uso de preservativos.
En general, se diagnosticaron 482.696 infecciones en el 2009, un aumento de 12.000 casos con respecto al año previo, lo que continúa la tendencia alcista observada en la última década, indicó la Agencia de Protección de la Salud (HPA).
Dos tercios de las nuevas ETS en las mujeres se diagnosticaron entre los 15 y los 24 años, con más de la mitad de los nuevos casos entre los hombres en el mismo grupo etario. También se registraron altas tasas entre los hombres homosexuales.
«Estas últimas estadísticas muestran que la mala salud sexual es un problema serio entre los adultos jóvenes del Reino Unido y entre los hombres que tienen sexo con otros hombres», dijo la doctora Gwenda Hughes, jefe del área de ETS de la HPA. Asimismo agregó que los números también destacan “ la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes” y que los pertenecientes a este grupo etario son más propensos a tener relaciones no protegidas y “carecen de las habilidades y la confianza necesarias para negociar el sexo seguro”.
En las mujeres, el 73% de los casos de gonorrea y el 66% de los de verrugas genitales se produjeron en menores de 25 años, mientras que el 88% de los diagnósticos femeninos de clamidia fueron en esta franja etaria. Las reinfecciones también significaron un problema, ya que una de cada 10 personas de 15 a 24 años diagnosticada con una ETS volvió a adquirirla dentro del mismo año.
La edad pico para una de estas infecciones en las mujeres es entre los 19 y los 20 años y, en los hombres, entre los 20 y los 23, indicó la HPA. En cuanto a los datos específicos de 2009, los casos generales de clamidia aumentaron un 7%, los diagnósticos de gonorrea lo hicieron un 6% y los de herpes genital, un 5%.
«Los números que estamos observando en los adolescentes son un preocupación particular, dado que sugieren que están poniendo la salud de sí mismos, y de los demás, en riesgo de una ETS a largo plazo», dijo Hughes.