La decisión sobre si un jugador de fútbol puede continuar en el partido tras un golpe en la cabeza debe ser tomada por un médico independiente, no el entrenador o el propio jugador, según la revista médica The Lancet Neurology.
Con motivo de los casos de futbolistas que sufrieron conmociones en la Copa del Mundo de Brasil, la publicación considera en un editorial que la decisión sobre si el jugador vuelve al campo de juego no debe tomarse «por aquellos con intereses» sino que debe realizarse un examen médico individual.
Uno de los casos más llamativos fue el del uruguayo Álvaro Pereira, que permaneció varios segundos inconsciente en el suelo tras recibir un golpe en la cabeza del inglés Raheem Sterling. Al parecer, Pereira discutió con su equipo médico porque quería continuar jugando.
El sindicato internacional de futbolistas FIFPro solicitó una investigación para establecer protocolos sobre casos conmoción cerebral en el fútbol.
«Los signos y síntomas de una conmoción cerebral pueden retrasarse, lo seguro es la retirada del jugador cuando hay sospechas de que pueda tener daños importantes», asegura el editorial.
Otro caso se produjo en semifinales de la Copa del Mundo, en el partido entre Argentina y Holanda, en el que el argentino Javier Mascherano se desplomó tras un choque en la cabeza con un jugador de los Países Bajos. A pesar de sufrir una aparente conmoción cerebral, el mediocampista volvió al terreno de juego minutos después del golpe.
El editorial de The Lancet afirma que es prioritario mejorar la evaluación, el seguimiento y la atención de adultos y niños que han sufrido conmoción cerebral practicando deporte.
A corto plazo, las consecuencias de los traumatismos se manifiestan en dolores de cabeza y mareos, pero a largo plazo pueden aparecer en forma de demencia o de enfermedades neurológicas degenerativas.
«Cuando los jugadores vuelven al terreno de juego y siguen jugando, están enviando un mensaje equivocado. Hay muchas razones médicas para no continuar» añade el profesor de neurotraumatología de la Universidad de Birmingham, Antonio Belli.
El ejemplo del fútbol americano, uno de los deportes con más casos conmociones cerebrales, muestra la importancia y el esfuerzo de la NFL (Liga Nacional de Fútbol Americano) para proteger a sus jugadores.Entre 2002 y 2013 las lesiones cerebrales en este deporte disminuyeron un 13%.