Sólo un tercio de la población mundial con VIH tiene acceso a medicamentos para el tratamiento de sida, si bien en los últimos años ha mejorado la situación en algunos países de renta baja y media, según un informe conjunto de ONUSIDA, UNICEF y la Organización Mundial de la Salud publicado hoy en Ginebra.
Las agencias alertaron de que las metas impuestas en 2006, cuando los estados de la ONU se comprometieron a universalizar el acceso a la prevención y tratamiento para el año 2010, son de logro «improbable».
A finales de 2009, 5,2 millones de adultos y niños recibían tratamiento contra el VIH en el mundo, en contraste con los 4 millones asistidos un año antes, lo que supone un aumento en un año de la cobertura de los afectados de un 28 a un 36% – algo más de un tercio de la población mundial afectada.
Sin embargo, pese a los resultados alentadores de los pasados años, dice el informe, la financiación se ha estancado en el periodo actual debido a la crisis económica mundial, por lo que urge a las naciones, los donantes y los organismos a seguir contribuyendo.
«Muchos países han demostrado que se puede universalizar el acceso», dijo hoy en Ginebra Hiroki Nakatani, director para el VIH, la tuberculosis y la malaria de la OMS, y destacó que 15 países, entre ellos Botsuana y Sudáfrica, han elevado al 80% la distribución de antirretrovirales a las mujeres embarazadas con VIH.
Asimismo, ocho países, entre ellos Cuba, Camboya y Ruanda, han logrado el acceso universal para el tratamiento de los adultos. «Sin embargo, sigue siendo un compromiso inacabado y debemos aumentar los esfuerzos para los próximos años», continuó Nakatani.
Así, anunció que el objetivo de 2010 se pospone a 2015, y que, aunque el estancamiento de las financiaciones ha dejado el proceso en punto muerto, el progreso en regiones como África subsahariana -la más afectada por VIH-, con un aumento de la cobertura del 32% al 41% en sólo un año, «ofrece esperanza».
En el campo de la prevención, 67 millones de personas en 100 países se sometieron a un test de diagnóstico de VIH en 2009, un aumento considerable con respecto al pasado año, aunque, reza el informe, «insuficiente». De acuerdo con los datos de África subsahariana, menos de un 40% de personas con el virus conoce su estado serológico.
En contraste con estas cifras negativas, aumentó el número de países de ingresos bajos y medios que iniciaron actividades de prevención destinadas a grupos de población con mayor riesgo de infección, como los consumidores de drogas inyectables, los trabajadores sexuales y los homosexuales.
El informe razona que existen múltiples obstáculos legales y socioculturales que impiden o dificultan a los consumidores de drogas inyectables, a los trabajadores sexuales y a los homosexuales la utilización de los servicios de atención sanitaria, por lo que recomienda eliminar las leyes punitivas aún vigentes al respecto.
Otro asunto de gravedad, agrega, es la ausencia de garantías con respecto a la sangre dispuesta para transfusiones en los países menos desarrollados, y menciona que sólo el 48% de las donaciones sanguíneas de estos países fueron sometidas a pruebas de detección de calidad, frente al 99% en los países ricos.
En cuanto a las mujeres embarazadas con VIH, un récord del 59% tuvo acceso a los antirretrovirales en 2009, aunque «cada día más de 1.000 niños se contagian antes de nacer, durante el parto o la lactancia», alertó Jimmy Kolker, director de VIH de UNICEF.
La permanencia de éstas y otras barreras elevan la cifra mundial actual de infectados de VIH a 33,4 millones de personas, una cantidad que supone un «reto para la salud pública» en términos de provisión y disponibilidad de tratamientos, según el informe.
«Estamos en el camino correcto, pero necesitamos al menos 10.000 millones de dólares para alcanzar óptimos resultados», añadió Paul De Lay, director de ONUSIDA, y apeló a los donantes a aumentar sus aportaciones en la conferencia de Nueva York del Fondo Global para el Sida de la próxima semana.