La gran mayoría de los brotes de meningitis se producen en la primavera, y el principal grupo de riesgo son los niños, especialmente los menores de un año y de entre 1 y 5 años. La estación resulta más riesgosa porque los gérmenes empiezan a circular con el cambio de temperatura.
La meningitis por meningococo C es una enfermedad que conlleva riesgo de muerte y por eso es importante que los padres conozcan cuáles son las medidas preventivas básicas.
• Vacunación: está indicada para la inmunización activa de bebes a partir de los dos meses, niños, adolescentes y adultos. Se puede administrar junto a otros antígenos como la vacuna séxtuple u otras, así como con la vacuna de sarampión, rubéola, etc. Por eso es importante consultar al pediatra.
• Lactancia materna: es imprescindible para reforzar el sistema inmunológico. Es importante dar el pecho y conservar esta práctica ante las dificultades que pueda presentar, ya que las madres optan por las mamaderas mucho antes de lo aconsejable, que son los seis meses de edad.
• Evitar ambientes cerrados: no permanecer en sitios contaminados con gérmenes o viciados de humo de cigarrillo, ya que impiden el recambio del aire y favorecen la irritación en las vías respiratorias. Es necesario fomentar la ventilación de los ambientes en lugares con alta concentración de personas.
• Cuidar la higiene personal y del hogar: lavarse las manos antes de consumir alimentos y luego de ir al baño. Se debe poner especial énfasis en la limpieza y desinfección de pisos y baños, utilizando agua y lavandina. En el caso de comedores escuelas, jardines de infantes y guarderías, es importante no compartir vasos, utensilios, caramelos, toallas, chupetines y chupetes.
• Consultar al médico: Por la existencia de cualquier síntoma recurrir a un especialista. Ante la sospecha de que el niño pueda tener meningitis o algunos de los síntomas hay que acudir a un servicio de urgencia o llamar al pediatra, pero nunca darle medicamentos por cuenta propia.
Fuentes: Comité Científico de Vacunar y Baxter