Científicos hallaron «suficiente evidencia» de que el sobrepeso y la obesidad entrañan un riesgo de desarrollar ocho tipos de cáncer para los que el vínculo no estaba demostrado hasta ahora, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
Esta agencia, que depende de la ONU y tiene su sede en Lyon (Francia), señala en un comunicado que la ausencia de exceso de grasa corporal reduce el riesgo de sufrir cáncer de cardias gástrico, hígado, vesícula, páncreas, ovario y tiroides, así como meningioma y mieloma múltiple.
Hay «evidencia limitada» de que evitar el sobrepeso disminuye el riesgo de morir por cáncer de próstata, cáncer de pecho para los hombres y linfoma de las células B grandes, agrega la nota.
Estas son las conclusiones del trabajo de 21 expertos internacionales independientes a los que la agencia encargó que repasaran más de 1.000 estudios, lo que incluía análisis del comportamiento de varias generaciones, experimentos con animales e investigaciones sobre la relación del cáncer con un exceso de grasa corporal.
Los expertos confirmaron lo que la propia IARC ya había establecido en otra evaluación publicada en 2002: el sobrepeso y la obesidad son un factor en los cáncer de colon y recto, esófago, riñón, mama en las mujeres menopáusicas y endometrio del útero.
El grupo de trabajo revisó igualmente las informaciones científicas disponibles sobre la obesidad de niños, adolescentes y jóvenes hasta 25 años para determinar si eso podía suponer una mayor probabilidad de cáncer en la edad adulta.
De hecho, encontró que para algunos cánceres como el de colon y el de hígado, la asociación entre sobrepeso y cáncer era similar a la observada para los adultos.
La IARC hizo hincapié en que en los estudios experimentales con animales quedó bien establecido la incidencia para varios tipos de cáncer.
En concreto, las dietas con restricción de calorías disminuyen el riesgo de sufrir cáncer de las glándulas mamarias, colon, páncreas, piel y de la glándula pituitaria.
De acuerdo con los parámetros utilizados hasta ahora, se estima que en 2003 hubo 4,5 millones muertes en el mundo atribuidas al sobrepeso y a la obesidad. Pero estas nuevas conclusiones incrementarán su número, según la agencia.
Por eso su director, Christopher Wild, insistió en la importancia de «encontrar formas efectivas, tanto a nivel individual como social» para aplicar las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud respecto a los hábitos alimentarios y al ejercicio físico si se quiere combatir el cáncer y otras enfermedades no contagiosas.