ESTUDIO DE EEUU |

Vitaminas en embarazo no evitan problema de hipertensión

Dosis mayores de la C y la E en suplementos vitamínicos no protegerían a la mujer contra la preeclampsia. Las usuarias que tomaron placebo presentaron un menor riesgo de hipertensión.

El consumo de grandes cantidades de vitaminas C y E no previene la preeclampsia ni problemas de presión alta en embarazadas, dijeron investigadores. De hecho, los resultados de un estudio de cuatro años y medio entre casi 5 mil mujeres revelaron que aquellas que tomaban dosis muy altas eran 10% más propensas a desarrollar hipertensión durante el embarazo que las voluntarias que usaron placebos.

«No existe manera de justificar la indicación de estos medicamentos a mujeres» durante la gestación, dijo el doctor James Roberts, de la University of Pittsburgh, que lideró el trabajo. «Claramente, las vitaminas C y E no son una respuesta a este problema», opinó.

La preeclampsia es una condición que puede ocurrir en el embarazo e involucra un aumento de la presión arterial y un exceso de proteína en la orina. En EEUU, esta condición aparece en el 15% de los partos prematuros y puede afectar tanto a la madre como al feto.

Aunque el incremento de la presión puede no ser muy grande, si la enfermedad no se trata se corre el riesgo de que se produzcan complicaciones severas y a veces fatales para la mujer y el bebé.

 El estudio, reportado en el New England Journal of Medicine, fue realizado porque un test previo de 283 mujeres había hallado que las dos vitaminas reducían en un 60% el riesgo de preeclampsia, una importante causa de muerte en las embarazadas en el mundo en desarrollo.

 

Pero el resultado fue controvertido porque otros test no lograron comprobar esa conclusión inicial, quizá porque sólo el 17% de las mujeres del estudio original estaban tomando vitaminas prenatales. Mientras que en los siguientes, esta cifra aumentó a un 70%.

Roberts enfatizó que los últimos resultados no implican que las embarazadas no deben tomar sus vitaminas prenatales, que contienen dosis mucho menores de las dos vitaminas.

 

La investigación también halló que otros problemas como el bajo peso al nacer, el síndrome de dificultad respiratoria o la necesidad de una cesárea, no fueron afectados por el consumo diario de 1.000 miligramos de vitamina C o 400 unidades internacionales de vitamina E.

El especialista agregó que otros dos trabajos a gran escala de los suplementos también habían sugerido que su consumo podía contribuir a la hipertensión. «Claramente parece que el resultado es real, en base a los tres estudios», señaló.

Sin embargo, los suplementos cumplen otras funciones importantes al proteger de enfermedades. «En Estados Unidos, los obstetras generalmente recomiendan que las mujeres en período de gestación tomen un multivitamínico formulado para el embarazo, sobre todo si no comen una dieta bien equilibrada», dijo la doctora Catherine Spong, del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, que ayudó a financiar el estudio.

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