En el Día Mundial de la Obesidad, recordamos la importancia del cuidado y la prevención del exceso de peso que causa enfermedades asociadas, como diabetes, hipertensión, ácido úrico y muchas otras afecciones.
Hay 59 tipos de obesidad identificables según la medicina hoy en día. También hay más de 25 genes que afectan directamente el riesgo de obesidad y más de 300 que pueden llevar a unos pocos kilos de más cada uno y son muchas las personas que heredan una buena cantidad de estos genes alterados. Añadir a estos enlaces genéticos otros factores que inducen el aumento de peso, como la privación del sueño, el consumo de ciertos medicamentos o dificultades para realizar actividad física lleva necesariamente a la obesidad.
Tratando de entender mejor la obesidad, para así encontrar mejores tratamientos, los investigadores empezaron por categorizar 6 tipos que son los más frecuentes. Se espera que poder reconocer cada “tipo” de persona obesa, le permitiría a los médicos tratar más eficazmente y con un enfoque más individualizado.
El estudio en el Reino Unido
Esta primera categorización fue realizada gracias a un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Sheffield en el Reino Unido y la Escuela de Harvard de Salud Pública en los EE.UU. Los investigadores examinaron datos sobre 4.144 adultos obesos; todas las personas tenían un índice de masa corporal (IMC) más de 30 y una edad media de 56 años. La mayoría de los participantes eran mujeres, en el 58 por ciento, y el IMC promedio fue de alrededor de 34. El estudio fue publicado en la Revista de Salud Pública y llegó a la conclusión que el índice de masa corporal no podría ser la única manera de medir o identificar la obesidad.
Poder aislar los 5 tipos de obesidad diferentes que pueden presentarse, permite que se tenga en cuenta un tratamiento específico para cada una de ellas, y no tratarlas a todas como un sólo problema de sobrepeso, entendiendo que cada una puede ser causada por factores diferentes.
1. Obesidad por inactividad
En este tipo de obesidad suelen verse afectadas las partes del cuerpo que anteriormente fueron muy activas por actividad física. La clave para la eliminación de este tipo de grasas es no pasar largos períodos sin comer; de esta manera se puede acelerar el metabolismo para poder quemar grasas de manera más rápida. En quienes tienen este tipo de sobrepeso se suele presentar mayor acumulación de grasa en las extremidades superiores y parte superior del cuerpo. Es muy importante evitar el alcohol, dejar de fumar y estar largo tiempo inactivo; hacer ejercicios con pesas puede ser de gran ayuda para comenzar a revertir este tipo de obesidad.
2. Obesidad por exceso de alimentos
Este tipo de obesidad es la más común en el mundo. Se produce debido a la ingesta excesiva de alimentos y azúcar, sobre todo la llamada comida chatarra que suele estar repleta de grasas trans, cuyos ingredientes son de muy difícil digestión, lo que favorece que la grasa se acumule en el cuerpo. Para solucionar este sobrepeso, es necesario reducir la ingesta de estos alimentos y hacer ejercicio por lo menos treinta minutos diarios. Si la obesidad se encuentra avanzada, es de suma importancia recibir atención de un nutricionista calificado.
3. Obesidad hereditaria
Se trata de obesidad hereditaria genética predominante. Los científicos resaltan que los factores genéticos son responsables de la obesidad, ya que se ha demostrado que los genes participan en la regulación del peso corporal, en cómo se distribuye en el cuerpo el tejido graso y también en el tamaño y cantidad de los adipositos. La mala circulación venosa es una causa de la obesidad que es de naturaleza genética. Si alguien en su familia sufre de circulación venosa, corre el riesgo de la misma condición. Este tipo de obesidad es particularmente común en el embarazo.
La actividad física juega un rol muy importante en la prevención de este tipo de obesidad, junto con una dieta cuidada específicamente si hay tendencias al sobrepeso. Por lo general en este tipo de obesidad la grasa tiende a acumularse en la zona baja del cuerpo, haciendo que, tanto las caderas, como las piernas se llenen de tejido graso.
4. Obesidad ansiosa
La obesidad de este tipo es causada por la ansiedad, estrés y depresión. Las personas que padecen este problema, por lo general consumen un alto contenido de azúcares ya a fin de mitigar esta carencia emocional, ya que la depresión puede hacer que aumente el consumo de alimentos refinados. Quienes padecen esta obesidad presentan mayor volumen de grasa en la zona media del cuerpo.
En este caso, para evitar que la obesidad continúe, es de suma importancia tratar de controlar el estrés y la ansiedad. La actividad física es un complemento ideal para liberar el estrés, lo mismo que el yoga y a veces, la terapia psicológica.
5. Obesidad por gluten
Principalmente está presente en las mujeres y en las etapas de la adolescencia, la menopausia y cuando se presenta un desequilibrio hormonal. La grasa suele acumularse en la zona media, en piernas y glúteos. La ganancia de peso asociada al consumo de trigo tiene poco que ver con el contenido calórico en sí; por el contrario, las proteínas de gluten alteran los procesos endocrinos y exocrinos dentro del cuerpo. El factor principal de la obesidad es el gluten, no las calorías.
Además se recomienda que aquellos que están con sobrepeso, que son prediabéticos, ya tienen síndrome metabólico, o sufren síndrome de intestino irritable, eviten los granos con gluten, especialmente el trigo, para determinar por experiencia si el gluten es la causa subyacente de este padecimiento