Contra la obesidad, Reino Unido propone impuesto al azúcar

El Reino Unido debe introducir un impuesto al azúcar para combatir los crecientes índices de obesidad en el país, afirmó Sally Davies, responsable del departamento de salud británico.

La experta aseguró ante un comité de parlamentarios que al menos que el gobierno tome una postura más dura con las compañías de alimentos y bebidas, es improbable que éstas modifiquen sus productos y los hagan más saludables.

Davies explicó que de acuerdo a evidencia científica comprobada, «el azúcar es muy adictivo» y por ende las autoridades «deberían introducir un impuesto al azúcar».

El sector de alimentos, por su parte, indicó que está trabajando para reducir la cantidad de azúcar en sus productos.

En su ponencia ante el Comité parlamentario Selecto de Salud, Davies sostuvo que el Reino Unido posee una generación de niños que, debido al sobrepeso y la falta de actividad física, «no vivirá tanto como la generación previa».

«Me preocupa que hemos modificado el talle normal de una mujer, que ahora es de 14  cuando en épocas en que era estudiante era 12. Tenemos que encontrar una nueva forma, y no aislando a las personas obesas o hacerlas sentir mal, sino ayudándolas a entender que esto es patológico y les hará daño», dijo Davies.

En ese sentido, pidió a las autoridades, como también a las compañías de alimentos, educar al consumidor acerca de productos como jugos de frutas, licuados y bebidas gaseosas con alto contenido calórico.

«La gente debe saber que consumir estos productos muy de vez en cuando está bien, pero no todo el tiempo. Es por eso que tendríamos que introducir algún tipo de impuesto al azúcar», subrayó la experta.

Al comienzo del año, una coalición de médicos, académicos y expertos en nutrición instaron al gobierno a imponer un impuesto a las bebidas gaseosas para reducir el consumo de azúcar, especialmente en niños y adolescentes.

Según el grupo benéfico Sustain, que aconseja al gobierno sobre temas alimenticios y agrícolas, en el Reino Unido se consumen al año 5.727 millones de litros de bebidas azucaradas.

Imponer un impuesto de 20 peniques de libra por cada litro vendido de esas bebidas sumaría más de 1.100 millones de libras (1.830 millones de dólares).

Por su parte, el Ministerio de Salud británico prometió priorizar el tema de la obesidad, enfocándose en campañas nacionales para que la población reduzca el consumo de sal y calorías, y no sólo del azúcar.

En ese sentido, se mostró a favor de un nuevo sistema de etiquetados de colores para todos los productos alimenticios, que incluya cantidad de azúcar, grasas trans, sal y calorías en cada envase.

«Si las compañías de alimentos y bebidas se niegan a actuar, entonces evaluaremos otras opciones y posibilidades teniendo en cuenta toda la evidencia científica internacional», indicó un portavoz del Ministerio de Salud. 

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