Pensar que el año pasado para estas épocas ya estabas terminando tu puesta a punto pensando en tus vacaciones, tu traje de baño y la ropa que te ibas a poner en la fiesta de fin de año de tu trabaj. Hoy todo eso parece una metáfora, pero ¿què culpa tiene tu cuerpo?
Hace un buen tiempo que, desde estas columnas, te vengo diciendo que tenés que ponerte en marcha, que tu cuerpo te necesita, que esta inercia del sedentarismo obligatorio no te iba a hacer nada bien. Según la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN), siete de cada 10 argentinos subieron de peso durante este aislamiento, a razón de 1 kilo por mes.
Ahora, hagamos de cuenta que, por esas cosas de la vida, esta pandemia así como vino, se va. Supongamos que finalmente llega la vacuna y volvemos a tener una vida muy parecida a la que teníamos antes. ¿Qué hacemos, qué ropa nos ponemos, cómo salimos de este círculo? Qué difícil, ¿no?
Lo primero que nos tenemos que poner es actitud. Actitud positiva, actitud de poder, actitud de querer, y acto seguido, pensar en un plan para recuperar el tiempo perdido .
Partamos de la base de que no existen soluciones mágicas. Cuando empieza a subir la temperatura nos empiezan a bombardear con publicidades de productos que “nos van a esculpir el cuerpo”, nos van a “marcar los abdominales” , “levantar los glúteos” y “barrer con la celulitis”. Pero lamento comunicarte que con esos artículos, lo único que va a que va a adelgazar es tu billetera.
También voy a decir una de las frases que considero la más odiada a nivel universal: “¡Después no digas que no te avisé!”
La complementación de una alimentación adecuada, un buen plan de entrenamiento y una voluntad casi inquebrantable puede llegar a sorprenderte con los resultados.
Sos el dueño de tu cuerpo, de tus deseos, de tus ganas de sentirte mejor y estoy casi seguro de que lo único que te falta es tomar la decisión. Todas las grandes obras tuvieron su primer día y este puede ser el tuyo.
Acercate a algún gimnasio, informate sobre los protocolos, salí a caminar (no con tu perro) , llamá a un personal trainer (es el mejor aliado para tu voluntad casi inquebrantable) , subite a la bici (con casco , luces y conciencia ) y ponete en marcha.
No hagas locuras, escuchá las señales de tu cuerpo y redescubrilo, cuidate del sol, protegé tus rodillas, hidratate y disfrutá del comienzo de este nuevo camino, que no es nada fácil, pero te aseguro que te va a llevar a un lugar en el que te vas a sentir mucho mejor.
Hoy puede ser tu primer día. Es tu decisión. Después no digas que no te avisé.
*Alfredo Roldán es Personal Trainer.
