La decisión de ser madre trae aparejada nuevas responsabilidades, sentimientos y miedos, por lo que la consulta médica al ginecólogo en el momento de tomar la decisión de ser mamá, ayuda a tranquilizar y resolver inquietudes e incertidumbres. El especialista es quien explicará los tiempos, ordenará estudios de rutina para conocer el estado de salud general de la mujer y contestará todas las dudas de los futuros padres.
«Quienes deseen ser mamás deben tener en cuenta que muchas veces deben modificar u ordenar ciertos comportamientos que ayudan a llevar un embarazo saludable», explicó David Fusaro, médico ginecólogo, Director Médico del Instituto Ginecológico de Buenos Aires.
A su vez destacó que «se recomienda que no fumen, tengan una dieta sana, rica en verduras, frutas y proteínas, hagan actividad física y visiten a su obstetra, que es quien seguirá el embarazo hasta el momento del parto».
«La primer consulta previa a estar embaraza, es clave”, explicó Fusaro, porque que “es el ginecólogo quien indica el inicio de la toma de ácido fólico”. Si bien se trata de una vitamina que se encuentra presente en el organismo de todas las personas en dosis muy bajas, “para el momento del embarazo es imprescindible su refuerzo en comprimidos, dado que es la vitamina que colabora en el cierre del tubo neural del bebé», añadió, tras remarcar que «este cierre ocurre en las primeras semanas de la gestación.
El ginecólogo comentó que «clínicamente está consensuado que la dosis de 5 miligramos diarios evita el 85% de los defectos del tubo neural». Es por ese motivo que el ácido fólico juega un rol importante en la prevención de sus daños, que se dan cuando no se cierra correctamente.
El tubo neural es una estructura cilíndrica presente en el embrión donde se origina el sistema nervioso central, el cerebro y la médula espinal. Sus defectos incluyen un gran número de malformaciones congénitas producidas cuando queda abierto. Esas fallas pueden abarcar desde una abertura pequeña en el conducto vertebral posterior, que no presenta ninguna complicación, hasta la falta de cierre de todo el tubo, que produce el tipo más grave de desperfecto.
La gravedad de los defectos varía, lo cual hace que todos los casos sean únicos desde el punto de vista clínico. Si el tubo neural no se cierra en la porción superior, el bebe se gesta con anencefalia. Si no se cierra en la porción inferior, puede ocasionar lo que se conoce como espina bífida.
«El acido fólico trabaja a nivel celular para sintetizar ADN (Ácido desoxirribonucleico) implicado en la transmisión genética y también para sintetizar ARN (Ácido ribonucleico) necesario para formar las proteínas que participan en distintos procesos celulares. Por lo tanto la presencia de ácido fólico es indispensable para la correcta división y duplicación celular en la gestación», concluyó Fusaro.