Cuba es el país en desarrollo que ofrece mejores condiciones para la maternidad, por delante de Israel y de Argentina, según el informe «El Estado Mundial de Madres 2010» de la ONG Save The Children.
En el informe se analizan -entre 160 países: 43 desarrollados y 117 en desarrollo- los mejores y peores lugares para ser madre en función de diez factores relacionados con el estatus educativo, de salud, económico y político de las progenitoras, así como el bienestar básico de los hijos.
Entre los países desarrollados, Noruega se sitúa en primer lugar del ránking, seguido de Australia, Islandia y Suecia.
Cuba ocupa el primer puesto en la lista de mejores países latinoamericanos en desarrollo para ser madre, mientras que Argentina ocupa el tercer puesto; Uruguay, el séptimo; Costa Rica, el duodécimo, seguido de Chile, Colombia y Brasil.
En cuanto a la comparativa por países, el informe señala que en Etiopía tan sólo el 6 por ciento de los partos recibe asistencia, mientras que en Noruega hay suficiente personal sanitario cualificado presente en prácticamente todos los alumbramientos.
Una mujer de cada siete pierde la vida durante el embarazo o el parto en Níger, en tanto que en Grecia o en Italia la tasa es menor de una de cada 26.000 y en Irlanda una de cada 47.600.
En Afganistán, uno de cada cuatro niños muere antes de cumplir los cinco años mientras que en España, Francia y Portugal uno de cada 250 niños pierde la vida antes de los cinco años.
Save the Children hace un llamamiento urgente a incrementar el número de trabajadoras sanitarias en las naciones más pobres, ya que 343.000 mujeres pierden la vida a causa de complicaciones durante el embarazo o el parto y casi 9 millones de niños y niñas pierden la vida antes de su quinto cumpleaños.
La falta de 4,3 millones de trabajadores sanitarios, incluyendo 350.000 matronas, la desigual distribución de estos trabajadores y las pobres condiciones de trabajo a las que se enfrentan contribuyen a dejar a las mujeres, niños y niñas que más lo necesitan sin acceso a atención sanitaria básica.
De hecho, 57 países tienen «escasez crítica» de trabajadores sanitarios, 36 de ellos en África, y cada año 50 millones de mujeres en países en desarrollo dan a luz sin la ayuda de personal con una cualificación sanitaria mínima.
Las barreras sociales y culturales impiden en muchos países que las mujeres visiten a trabajadores sanitarios masculinos, especialmente, en las áreas rurales.