Más de 3 millones de personas murieron en 2016 debido a la ingesta excesiva de alcohol, lo que significa que una de cada 20 muertes a nivel mundial estuvo vinculada a beber demasiado, señaló este viernes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Más de tres cuatros de los fallecidos eran hombres, reveló la agencia de salud de la ONU. Y pese a las evidencias del riesgo que significa para la salud, el consumo global de alcohol aumentaría en los próximos 10 años.
«Es momento de aumentar las acciones para impedir esta seria amenaza al desarrollo de sociedades saludables», dijo en un reporte el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. «Demasiada gente, sus familias y comunidades sufren las consecuencias del uso dañino del alcohol».
En su «Informe sobre el estado global sobre el alcohol y la salud en 2018», la OMS afirmó que unos 237 millones de hombres y 46 millones de mujeres tienen problemas con la bebida o abusan del alcohol. La mayor prevalencia está en Europa y América y los desórdenes de uso del alcohol son más comunes en los países más ricos.
De todas las muertes atribuibles al alcohol, un 28% se debieron a lesiones, como accidentes de tránsito, daño autoinfligido y violencia interpersonal. Otro 21% se debió a problemas digestivos, mientras que un 19% obedeció a enfermedades cardiovasculares, como ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Unos 2.300 millones de personas en el mundo beben alcohol, con un consumo diario promedio de 33 gramos de alcohol puro al día. Eso equivale más o menos a dos vasos de vino de 150 ml de vino, una botella grande de cerveza (750 ml) o dos chupitos de 40 ml de bebidas alcohólicas fuertes.
Europa tiene el mayor consumo de alcohol por persona del mundo, pese a que ha bajado en cerca de 10% desde 2010. Las tendencias actuales apuntan a un incremento per capita en el consumo en los próximo 10 años, afirmó el reporte, particularmente en el Sudeste Asiático, el Pacífico Occidental y América.
«Todos los países pueden hacer mucho más para reducir la salud y costos sociales del uso dañino del alcohol», comentó Vladimir Poznyak, de la unidad de abusos de sustancias de la OMS. Agregó que medidas probadas y efectivas desde el punto de vista de los costos incluyen elevar el impuesto al alcohol, restringir la publicidad y limitar el acceso fácil a su adquisición.