Advierten que el 54% de los prematuros mueren sin la compañía de su familia

Por Celina Abud.- Una encuesta de UNICEF reveló que ocurre porque sólo el 39% de las maternidades admite el acceso irrestricto de los padres durante la internación. En la “Semana del Prematuro”, el fondo busca concientizar que la participación en la recuperación del hijo es un derecho.

En el país, la prematurez es la primera causa de muerte en niños menores de 12 meses y, cada año, unos 4.500 bebés fallecen por este motivo. Para concientizar sobre la problemática, UNICEF lanzó la segunda edición de campaña “Semana del Prematuro”. En 2010 buscaron difundir los 10 derechos de estos niños, mientras que este año la iniciativa se enfoca en revelar que el que más se vulnera es el número 9, es decir, el derecho de todo recién nacido a estar acompañado por su familia todo el tiempo.

Para identificar qué barreras impiden que esta facultad se garantice, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia realizó una encuesta en los 153 servicios de neonatología que participan de esta campaña. Los resultados mostraron que sólo el 39% de estos establecimientos admiten el acceso irrestricto de los padres durante el día y noche, mientras que en cuatro de cada 10 se los considera “como visita”, con carteles que limitan su ingreso. Por este motivo, en el 54% de estas instituciones hubo niños y niñas que fallecieron sin la compañía de su familia.

Al respecto, la Dra. Gabriela Bauer, pediatra del Hospital Garrahan, sostuvo que los padres deben ser percibidos como “parte del equipo de salud”, ya que son capaces de  realizar intervenciones simples para participar en la recuperación del niño, que puede durar desde dos meses hasta un año. 

Si bien, en muchas maternidades esas participaciones se limitan a bañar al niño o cambiarle el pañal, la Dra. Zulma Ortiz, especialista en Salud de UNICEF, indicó que los familiares “pueden realizar tareas de fácil aprendizaje, como por ejemplo, alimentar a sus bebés por sonda nasogástrica”. La participación de la familia en este proceso no sólo “permite ahorrar horas de enfermería neonatal”, un recurso humano insuficiente en número, sino también a “incrementar el porcentaje de alimentación a pecho al alta en recién nacidos prematuros, una de las principales medidas para disminuir la mortalidad infantil”. Por último, incorpora en las terapias neonatales “el monitoreo multiparamétrico”, es decir, la detección precoz de problemas por parte de los padres gracias a su presencia continua.

Para disminuir la mortalidad por prematurez, UNICEF propone el modelo de “maternidades seguras centradas en la familia” y destaca el ejemplo de la Maternidad Sardá, que mantiene este esquema desde hace 30 años. La Dra. María Aurelia González, integrante de esa institución, dijo que “pocos padres se resisten a quedarse con sus hijos durante la internación” y que el bebé, al momento de la recuperación “percibe las voces de sus familiares”.  A su vez, dijo que la alimentación por sonda “no sólo es reparadora para los bebés, sino también para los papás”.

Si bien los beneficios de la presencia familiar presenta múltiples ventajas, existen barreras que impiden esta realidad. Entre ellas están la falta de conocimiento, ya que apenas el 52% sabe que acompañar a sus hijos durante la internación es un derecho. Por otra parte, sólo la mitad del equipo de salud percibe los beneficios comprobados del acompañamiento constante. Por último, un escaso 17% de estos últimos conoce las leyes que amparan este derecho. 

Otros impedimentos son los organizacionales, ya que no todo el personal a cargo del cuidado del recién nacido colabora con la inclusión de los papás en los cuidados progresivos del niño. De hecho, cuando se efectúan procedimientos, 9 de cada 10 padres deben retirarse. Andrés Franco, representante de UNICEF en Argentina, dijo que buscan con esta campaña que los progenitores “digan no cuando se les pide que se vayan”, ya que su presencia “es lo mejor para el bebé”.

Pero también están las barreras físicas que impiden que este derecho pueda ser concretado, ya que el 43% de los servicios no cuentan con residencias para madres.  A su vez, 6 cada 10 de estas maternidades no cuentan con lugares de descanso o distensión para los papás y solo el 18 % de las instituciones relevadas cuentan con salones bien definidos para que los allegados del recién nacido en riesgo reciba educación sobre prematuros. Por otra parte, dos de cada 10 áreas de neonatología no cuentan con sillas para que los allegados descansen junto a los niños durante la internación.  

La “Semana del Prematuro”, que este año se celebra desde el 2 al 7 de octubre, ayudó a que hoy el país cuente con 71 maternidades seguras orientadas a la familia y próximamente se inaugurarán tres residencias para madres en la Provincia de Buenos Aires. Desde UNICEF aspiran que los servicios públicos de neonatología con este esquema lleguen a ser 100.

Pero más allá de que los fallecimientos infantiles prevalezcan en las áreas más pobres, sin clínicas de alta complejidad, la campaña está orientada a toda la sociedad, ya que incluso muchos sanatorios privados no cuentan con residencias para madres ni tampoco garantizan el derecho número 9. Con este fin, se realizaron dos spots con Mariana Fabiani y Benjamín Vicuña para difundir que la presencia de la familia durante la internación del bebé es una facultad que debe reclamarse, así como también, el tratamiento más beneficioso para el bebé.

Cifras argentinas

En el país, nacen cada año 740.000 niños, de los cuales el 8% (60.000) llega al mundo antes de la semana 37 de gestación, es decir, son prematuros. De la totalidad de estos chicos, el 7,5% (55.900) pesa al nacer menos de 2.500 gramos y el 1,1% (8.144) menos de 1.500 gramos.

Cuanto menos semanas de gestación y menor peso tienen, mayor es su inmadurez, su vulnerabilidad ante los eventos adversos y, por lo tanto, su riesgo de morir. En los últimos 10 años, se ha logrado mejorar la sobrevida de los que pesan entre 1.501 gramos y 2.500 gramos: sobreviven el 98% de los que pesan entre 2 kilos y 2 kilos y medio y el 93% de los de entre 1.501 gramos y los 1.999 gramos.

Por el contrario, la sobrevida de aquellos que pesan menos de 1.500 gramos es sólo del 63%, mientras que en países industrializados, esta cifra asciende a un 90%. Estos valores reflejan la inequidad en el acceso a una atención especializada.

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