¿LA EXPOSICIóN “DEVORA”? |

Afirman que las celebridades viven menos

Según expertos, las estrellas de rock, los atletas y los actores tienen una vida más corta que la gente común o la que logró mucho éxito sin ser famosa. Emitieron sus conclusiones tras analizar mil necrológicas. 

El actor Heath Ledger murió a los 28 años por sobredosis accidental; la cantante soul Amy Winehouse falleció a los 27 por intoxicación alcohólica, mientras que el basquetbolista Drazen Petrovic falleció en un accidente a los 29 años.

La fama tiene un alto precio para las estrellas del espectáculo, que en general mueren antes que la gente común, y también que otras personas con una carrera brillante pero no famosas. Así lo reveló un estudio realizado por Richard y Catherine Epstein, del centro oncológico Kinghorn Cancer Centre en el St. Vincent Hospital de Sydney. La investigación se basó en el análisis de 1.000 necrológicas publicadas en el New York Times entre 2009 y 2011.

Así surgió que personajes del espectáculo y atletas tienen una vida más breve incluso respecto de individuos que han tenido una gran carrera pero no son célebres.

Que la fama «devora» la vida, quemándola a menudo incluso durante la juventud, lo demostraron ya varios cantantes de éxito. El triste destino de muchas estrellas de la música fue morir prematuramente, a menudo precisamente en la cumbre de su éxito.

Según una investigación publicada en el Journal of Epidemiology and Community Health, en efecto, las celebridades del rock y el pop tienen el doble de riesgo de morir jóvenes respecto de la población en general, sobre todo en el término de pocos años tras alcanzar la fama.

El hallazgo se había realizado considerando a 1.064 músicos y cantantes norteamericanos y europeos llegados a lo más alto de la popularidad entre 1956, año de Elvis Presley, y 1999, año de Eminem.

Todos tenían un álbum coronado en el año 2000 entre los «top 1.000» de todos los tiempos (All-Time Top 1000 Albums) para géneros musicales que van del rock al punk, el rap, el rythm & blues, la electrónica y el new age.

Los expertos australianos, en cambio, estudiaron las necrológicas del diario neoyorquino partiendo del hecho de que a menudo las noticias de luto publicadas en el New York Times conciernen a personas que se destacaron en su carrera.

Los investigadores dividieron la muestra de difuntos por edad, sexo, tipo de trabajo (estrellas, deportistas, profesionales, académicos, escritores) y la causa de muerte.

Así surgió que los personajes conocidos, rostros populares del espectáculo como bailarines, cantantes o bien deportistas, tienden a morir prematuramente y más a menudo por accidentes, infecciones (como VIH/sida) y cáncer (frecuentemente de pulmón).

La edad de muerte más precoz fue para estrellas y deportistas (77,2 años en promedio), seguidos por trabajadores creativos como artistas y escritores (78,5 años en promedio).

Los académicos en cambio viven más largamente, un promedio de 81,7 años. Los políticos, los hombres de negocios y los militares son los que suelen morir más ancianos (83 años).

También se diferencian por las causas de muerte: los tumores son más comunes entre los personajes del espectáculo (27%), y menos entre los deportistas (18%).

El cáncer de pulmón, en general índice de tabaquismo crónico, es más común entre las celebridades (7,2%) y raro entre los académicos (1,4%).

Según los autores, queda por entender si la fama «se lleva» a quien la tiene porque los famosos no piensan en su salud o porque, por el contrario, los amantes del riesgo -que a menudo fuman o toman drogas y alcohol- tienen una personalidad que maximiza sus posibilidades éxito y celebridad.

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