La cantidad de fumadores en la Argentina descendió en los últimos años debido a las permanentes campañas y tratamientos contra el hábito de fumar, aunque el consumo de cigarrillos comienza a edades más tempranas, aseguraron especialistas con motivo del Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc), que se celebra cada tercer miércoles de noviembre.
«En la Argentina bajó la cantidad de gente que fuma del 40 al 36% por las campañas y la difusión que realiza el sistema de salud«, aseguró la neumonóloga y especialista en Epoc Gloria Apelbaum, responsable de la campaña de prevención que se realizará los días martes y miércoles de 8.30 a 14 en el Hospital de Clínicas porteño, dirigida a mayores de 40 años que hayan fumado 10 o más años.
Si bien la concientización favorece el abandono del hábito de fumar, la especialista precisó que «actualmente los chicos comienzan a fumar a edades más tempranas, alrededor de los 11 años, cuando antes lo hacían a los 13, 14 o más grandes«. «Además -añadió- uno de cada tres adolescentes fuma, y otro factor muy importante es que actualmente la mujer iguala al hombre en ese hábito».
A pesar del descenso de fumadores que indicó la experta, esa patología «avanza, sigue siendo dramática y el deterioro físico y la muerte siguen poniendo en primer plano la necesidad de profundizar políticas sanitarias y campañas públicas», señaló.
«Los datos en la Argentina indican que 40.000 personas mueren por año por Epoc, es decir más de 100 por día, y de ese total más de 6.000 son fumadores pasivos o no fumadores«, aseguró Apelbaum.
La Epoc es una enfermedad prevalente que afecta al 10 por ciento de la población mundial y es la cuarta causa de muerte en el mundo, aunque Apelbaum adelantó que se estima que para 2020 se ubicará en el tercer puesto.
La especialista explicó que se trata de «una patología inflamatoria crónica del pulmón» y destacó que «la primera causa de muerte del Epoc es cardiológica, aunque además produce envejecimiento de todo el organismo, arteroesclerosis vasculares y periféricas y tumores en varias partes del cuerpo, entre otros males».
Remarcó que «el daño es para el fumador y para el que lo rodea» y destacó «el caso de los niños hijos de padres fumadores, en los que las enfermedades respiratorias son más severas y frecuentes».
A nivel de tratamiento para la Epoc, la neumonóloga dijo que lo primordial es «suspender el hábito de fumar, determinar el nivel de lesión y luego encarar el tratamiento que corresponda».
«Hay un protocolo de rehabilitación pulmonar aprovechando la capacidad pulmonar del paciente, ya que se puede estimular la parte muscular para tener mejor calidad de vida. De todos modos hay que aclarar que lo perdido no se puede recuperar, pero sí se puede detener el avance de la enfermedad», aclaró.
Asimismo la experta recordó que «existe una vacuna para prevenir la neumonía y la gripe, así como medicación antiinflamatoria, broncodilatadores y por supuesto todo lo que tiene que ver con el peso adecuado y la vida sana».
En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la Epoc «no es una sola enfermedad, sino un concepto general que designa diversas dolencias pulmonares crónicas que limitan el flujo de aire en los pulmones», y destaca que la «bronquitis crónicas» y el «enfisema» están incluidos en el diagnóstico de esa patología.
Los síntomas más comunes son la disnea o «falta de aliento», una excesiva producción de esputo y tos crónica, mientras que si bien la principal causa es el tabaquismo, también son factores de riesgo la contaminación del aire en locales cerrados, contaminación del aire exterior y los polvos y productos químicos en el medio laboral.