Asma: encuesta dice que la mitad de los pacientes no cumplen con tratamiento

Una encuesta realizada entre especialistas determinó que cerca de la mitad de los pacientes tratados por asma bronquial no cumple estrictamente con las prescripciones del médico, principalmente porque consideran que su enfermedad «está controlada». A pesar de que  más de 4 millones de argentinos sufren de esta afección pulmonar crónica, que puede traer serias consecuencias a la salud si no es controlada, muchos de quienes la padecen ignoran su condición y apenas el 8% de los afectados recibe un tratamiento adecuado, que previene las crisis asmáticas, internaciones e incluso la muerte.

Con motivo del Día Mundial del Asma 2010, que se conmemora hoy, directivos de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) presentaron los resultados del estudio «Encuesta médica sobre el cumplimiento de prescripciones farmacológicas y visitas programadas con asma bronquial», que interrogó a 359 médicos de 20 provincias argentinas.

 

Entre sus principales conclusiones se destacó que el 45% de los especialistas señalaron que menos de la mitad de sus pacientes cumple con el tratamiento farmacológico indicado y, solo el 9% de los encuestados, considera que más del 75% de sus pacientes obedece las indicaciones profesionales.

En el 51% de los casos la razón que esgrimen los pacientes para no continuar con la medicación recetada es que consideran que ya no sienten ningún síntoma. Asimismo, la mitad de los médicos señalaron que sólo el 49% de sus pacientes cumple con sus visitas de control, mientras que sólo una minoría de los encuestados evaluó que más del 75% de los afectados las realizan.

 

«El paciente debe entender que el asma como enfermedad crónica requiere de un tratamiento prolongado y que el cuidado y control de su enfermedad debe asumirlo para toda la vida, aunque puedan pasar períodos prolongados libres de síntomas», afirmó Ledit Ardusso, profesor adjunto de Alergia e Inmunología de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario.

Por su parte, Martín Bózzola, médico de la sección de Alergia Pediátrica del Hospital Británico de Buenos Aires, explicó que «aunque es una enfermedad de tipo crónica con eventos de crisis y que requiere un control efectivo, la estrategia terapéutica debe estar dirigida a obtener el máximo resultado en la calidad de vida del paciente, es decir, que quien sufre de asma puede llevar una vida plena y sin limitaciones».

El relevamiento buscó también cuantificar el tabaquismo activo y pasivo en las personas diagnosticadas y tratadas por asma bronquial. Fue así que en el 89% de los casos, hasta un 25% de los pacientes con la afección continúan siendo fumadores activos, mientras que el 83% de los encuestados señaló que hasta la mitad de sus pacientes son fumadores pasivos.

Hugo Ghiani, referente del PROBAS (programa de Asma en Pediatría del ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires), destacó que «la prevalencia del asma se ha incrementado en los últimos años en el país y en el mundo” y que  “ha crecido predominantemente en la infancia y adolescencia” Agregó que no se conocen exactamente las causas, pero el sedentarismo y obesidad, los cambios climáticos y el incremento de la población en las ciudades serían algunos de los factores que contribuirán a ese aumento.

 

¿Qué provoca el asma?

Los especialistas definen al asma como una enfermedad crónica que inflama los bronquios, los obstruye y los torna muy sensibles a una gran variedad de estímulos ambientales. Sus manifestaciones más frecuentes  son el ahogo,  sibilancias (sonidos provenientes del pecho similares a un silbido), opresión en el tórax, tos seca y persistente ( en especial durantela noche) y mucosidad espesa que cuesta expulsar.

 

El médico Eduardo Giugno, director ejecutivo del Hospital Provincial de Tórax Antonio Cetrángolo, con sede en Vicente López explicó en un comunicado que, actualmente, se conocen hasta 80 genes que predisponen a una persona a padecer asma. Para que la enfermedad se desencadene, a la tendencia se le deben sumar condicionantes externos como infecciones, exposición al aire frío, a ciertos medicamentos , a alergenos o estrés.

  

 Andrés Echazarreta, neumonólogo del hospital provincial San Juan de Dios de La Plata, agregó que “si bien el asma no es una enfermedad psicológica como algunos creen, la ansiedad o la depresión pueden incrementar los síntomas”. En estos casos, sugirió, será necesario readecuar la medicación y apelar a un soporte psicológico.

 

El diagnóstico es simple: a la revisación clínica se le debe sumar la espirometría, el estudio más común y fiable en el diagnóstico de la afección pulmonar  Se trata de una prueba de capacidad pulmonar que mide el volumen del aire de una espifración y permite reconocer si existe estrechez u obstrucción en los bronquios.

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