Un grupo de científicos halló que es posible diseñar programas informáticos que distingan entre escáneres cerebrales de jóvenes sanos y de adolescentes que corren más riesgo de desarrollar trastornos mentales como ansiedad y depresión.
En un estudio publicado en la revista PLoS ONE, investigadores británicos dijeron que sus hallazgos sugieren que puede ser posible armar software que prevea qué adolescentes en riesgo llegarán a tener problemas psiquiátricos, dando a los médicos más tiempo para intervenir antes de que la enfermedad aparezca.
«Combinando el aprendizaje de la máquina y la neuroimagen, tenemos una técnica que muestra enorme potencial para ayudarnos a identificar qué jovenes están realmente en riesgo de desarrollar ansiedad y trastornos de conducta, especialmente donde hay una información clínica o genética limitada», dijo Janaina Mourao-Miranda, del University College de Londres, que encabezó el estudio.
La depresión y otros trastornos psiquiátricos son una causa importante de muerte, incapacidad y carga económica en todo el mundo. La Organización Mundial de la Salud predice que para el 2020, sólo la depresión será el segundo contribuyente a la carga mundial de enfermedades en todas las edades.
Dos estudios publicados el año pasado hallaron que hasta el 40% de los europeos sufren enfermedades mentales y neurológicas cada año, y el costo anual de los problemas cerebrales supone casi 800.000 millones de euros.
Sin embargo, los expertos creen que ser capaz de diagnosticar problemas potenciales antes, e intervenir para ayudar a los jóvenes en peligro, podría reducir de forma significativa el daño causado por los trastornos psiquiátricos y ayudar a prevenir enfermedades graves o recurrentes.
Por el momento no hay biomarcadores que puedan predecir futuros problemas psiquiátricos e incluso un diagnóstico genético por imagen no puede pronosticar adecuadamente un riesgo individual, explicaron los investigadores en su estudio.
Por ejemplo, un historial familiar de trastorno bipolar confiere un 10% de riesgo de futuro trastorno bipolar, pero también entre un 10 y un 255 de posibilidades de desarrollar problemas como trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), depresión importante y trastornos de ansiedad, y es imposible decir cuál de ellos es más probable.
El equipo de Mourao-Miranda escogió a 16 adolescentes sanos que tenían un progenitor con trastorno bipolar, y 16 cuyos padres no tenían historial de enfermedad psiquiátrica. Analizaron sus cerebros mediante una resonancia magnética funcional mientras realizaban una prueba emocional especialmente diseñada para el experimento.
Los investigadores usaron luego un programa informático diseñado para predecir la probabilidad de un individuo perteneciente al grupo de poco riesgo o de riesgo y hallaron que era preciso en tres de cada cuatro casos.
Mary Phillips, de la Universidad de Pittsburgh, en EEUU, que también trabajó en el estudio, dijo que dado que la mayoría de los trastornos mentales comienzan en la adolescencia o en los primeros años de la edad adulta, una detección y tratamiento temprano podría retrasar o incluso impedir enfermedades futuras.
«La ansiedad y los trastornos del comportamiento pueden tener un efecto devastador», dijo Phillips en un comunicado. “Si somos capaces de identificar a los individuos con mayor riesgo pronto, podemos ofrecer intervenciones adecuadas y tempranas para retrasar, o incluso impedir, el ataque de estas terribles dolencias», finalizó la experta.