Un meta-análisis publicado por la revista British Medical Journal (BMJ) revela que un mayor consumo de cereales integrales reduce el riesgo de padecer enfermedades crónicas graves.
La investigación, liderada por científicos del Imperial College de Londres, analiza 45 estudios que relacionan una dieta basada en cereales con una mejora de la salud y un declive del riesgo de fallecer a causa de apoplejías, diabetes, cáncer y problemas respiratorios e infecciosos.
Los expertos concluyen que tomar granos ricos en fibra, selenio, potasio y magnesio disminuye la probabilidad de contraer trastornos coronarios y cardiovasculares.
El director del proyecto, Dagfinn Aune, subrayó que estos resultados «revalidan» las recomendaciones de «aumentar el consumo de alimentos con cereales integrales para rebajar el riesgo de muerte prematura».
Los beneficios más evidentes los encontraron en personas que pasaron de no tomar estos granos a ingerir dos raciones diarias de 32 gramos o una ración de 60 gramos de productos como copos de trigo o pan.
Sin embargo, el descenso más notorio en las opciones de contraer estas dolencias se halló en los usuarios que tomaban hasta 7,5 raciones en un día, lo que equivale a 225 gramos.
En concreto, consumir 90 gramos de cereales integrales en una jornada normal de 24 horas desciende en un 19 % las probabilidades de padecer enfermedades coronarias y en un 22 % las cardiovasculares.
La mortalidad relacionada con una apoplejía se reduce en un 14%, con cáncer un 15%, con afecciones respiratorias un 22%, infecciosas un 26% y con diabetes un 51%.