Científicos brasileños niegan que haya riesgos por zika en Río 2016

Científicos brasileños niegan que existan razones para posponer la fecha de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río de Janeiro, previstos para agosto y septiembre, respectivamente, a raíz del virus del Zika, según informó la agencia oficial de noticias ABR.

Se trata de una respuesta a una carta abierta divulgada la semana pasada por unos 150 científicos de todo el mundo, en la que proponen alterar la fecha del evento o hacerlo en otro país para evitar que el virus se propague a nivel planetario luego de que los cerca de medio millón de personas de todas partes del mundo que visitarán Río retornen a sus respectivos países.

«No vemos eso como una situación de riesgo suficiente para impedir los Juegos Olímpicos, incluso porque no habría una alternativa. Si se postergan para el verano será peor porque el riesgo aumentará», dijo la coordinadora del programa de Fiocruz, Claudia Codeço, citada por ABR.

Su argumento se basó en que el Aedes aegypti, mosquito transmisor de los virus de dengue y zika, tiene su momento de mayor actividad en verano, pero los Juegos serán realizados en el invierno carioca: entre el 5 y el 21 de agosto los Olímpicos, y entre el 7 y el 18 de septiembre los Paralímpicos.

Codeço también descartó que se pueda evitar una eventual propagación del zika a más países en caso de cambiar de sede la cita deportiva.

«Si se transfiere a un lugar que también sea tropical, el zika estará también en ese lugar. Si no está ahora, estará después. Esa idea de que el zika está solo en Río de Janeiro es irreal. Está en más de 60 países y en la época de invierno aquí es verano en el hemisferio norte, probablemente la transmisión será mucho más alta en esos países del hemisferio norte que aquí en Río», subrayó.

La coordinadora explicó que el estudio en el que se basan los científicos para defender que se mantenga la programación prevista tomó en cuenta dos factores: la biología del mosquito y su forma de actuar en las temperaturas que registra Río en invierno, de entre 22 y 24 grados, y los registros de casos de dengue, que también es transmitido por el Aedes aegypti, desde 2010.

Agregó que la información acumulada respecto al mosquito indica que en climas más fríos, el virus del dengue demora cerca de 15 días para salir del estómago del insecto, llegar a la glándula salival e infectar a una persona.

«Con las temperaturas de agosto y septiembre, pocos mosquitos consiguen completar el ciclo y transmitir el dengue y probablemente el zika también. Demoraría unos 15 días desde picar a una persona y transmitir (el virus) a otra. En 15 días, la posibilidad de que muera antes es muy grande porque el mosquito tiene vida corta», afirmó.

El virus del Zika fue detectado oficialmente en Brasil en mayo de 2015, pero se presume que puede haber ingresado al país mucho antes, incluso en 2013, cuando se realizó la Copa Confederaciones.

A partir de octubre comenzó en el país sudamericano una epidemia de microcefalia en recién nacidos de madres contagiadas por el zika durante el embarazo. Desde entonces fueron reportados 1.489 casos de esa malformación cerebral en todo el país, según el Ministerio de Salud.

El artículo de los investigadores brasileños fue publicado en la revista Memorias, del Instituto Oswaldo Cruz, la cual, según ABR, tiene posición destacada en las áreas de medicina tropical, biología parasitaria y microbiología. 

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