Este año, el Ministerio de Salud de la Nación determinó por la Resolución 502/2011 incorporar al Calendario Nacional de Inmunizaciones la vacuna conjugada contra el neumococo, que será aplicada a partir de 2012 a todos los niños y niñas que tengan hasta un año de edad.
Según informa la OMS, cada año mueren aproximadamente 1,6 millones de personas debido a infecciones causadas por esta bacteria. De estos casos, la mitad corresponde a niños menores de 5 años. La enfermedad neumocócica es la causa más común de muerte prevenible por vacuna en esta franja etaria y en países en vías de desarrollo. Esta situación también se da en América Latina, donde fallecen dos niños por hora a raíz de estas infecciones y donde se estima que, como mínimo, la vacunación podría prevenir uno de esos decesos.
En Argentina, el neumococo es la bacteria que con más frecuencia causa neumonía e infecciones invasivas, como meningitis, infección generalizada (sepsis) y de la sangre (bacteriemias). Nuestro país se encuentra en el octavo lugar del ranking de países americanos con el número general total más alto de neumonía neumocócica, ubicándose por detrás de Brasil, México, USA, Colombia, Haití, Guatemala y Venezuela. Cada año, 22.000 niños contraen esta infección en el territorio nacional, y 483 de ellos finalmente fallecen. Entre los grupos de mayor riesgo se encuentran los niños de 2 a 24 meses. A la alta incidencia de esta enfermedad se suma el aumento a nivel mundial de la resistencia del neumococo a la penicilina, uno de los antibióticos usados para combatirlo.
Para minimizar el impacto en la salud pública de la neumonía, se han implementado, a lo largo del tiempo, medidas generales, como estimular la lactancia materna prolongada, evitar el hacinamiento y el humo ambiental, y combatir la desnutrición. Además, se pusieron en marcha programas de capacitación de los equipos de salud, con el fin de mejorar el diagnóstico y el tratamiento temprano de las infecciones respiratorias. Pero estas intervenciones tuvieron un éxito parcial e hicieron necesario evaluar el beneficio de la utilización de las vacunas antineumocócicas conjugadas (VAC) como medida preventiva.
Para la OMS, la VAC es una prioridad en los esquemas de vacunación de los países, por lo que recomendó a todos los de nuestra región implementar sistemas de vigilancia epidemiológica, a fin de conocer el perfil de la enfermedad neumocócica y monitorear el impacto que tendría la introducción de la vacuna. En Argentina, el estudio realizado por el Ministerio de Salud para medir el beneficio de esta medida demostró que la misma es costo-efectiva.
Siguiendo las recomendaciones de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), el Programa Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles (ProNaCei) consideró la introducción de una vacuna que tuviera una amplia cobertura contra los serotipos circulantes en Argentina, con el propósito de disminuir las enfermedades, secuelas y muertes por neumonía y enfermedad neumocócica invasiva. La vacuna seleccionada demostró cumplir con estos objetivos y, por otra parte, se espera que su aplicación genere el llamado “efecto rebaño”, que lleva a una disminución de la circulación del neumococo en la comunidad y extiende, en forma indirecta, la protección a la población no vacunada.
Se considera entonces que la inmunización universal en los grupos etarios seleccionados representará una intervención de alto impacto para la salud pública nacional, debido al elevado número de infecciones que causa esta bacteria patógena. Se espera lograr así una disminución significativa en la incidencia de las infecciones respiratorias agudas en Argentina.
Vale destacar, a modo de antecedente, que en los países que introdujeron la VAC a su calendario nacional se ha observado una reducción sostenida de la enfermedad neumocócica invasiva tanto en niños como en adultos (por efecto rebaño). En el año 2008, Uruguay incorporó la VAC de 7 serotipos y, en 2010, la de 13 serotipos. Rápidamente se observó una reducción de las hospitalizaciones por neumonía en niños menores de 4 años. Asimismo, en todo el período desde la introducción de la vacuna no se observaron casos de meningitis causados por los serotipos de neumococo frente a los cuales protege la inmunización, a lo que se suma una disminución de casi cinco puntos en la mortalidad infantil.
Tanto la VAC de 10 serotipos (VCN-10) como la de 13 serotipos (VCN- 13), disponibles en Argentina, han demostrado ser seguras y poseer una muy buena eficacia protectora desde los dos meses de edad, y pueden administrarse simultáneamente con otras vacunas del calendario nacional, sin interferencias entre sí. Ambas están aprobadas por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
La VAC incorporada al calendario argentino se aplicará en tres dosis: a los dos, cuatro y 12 meses de vida. Asimismo, en forma exclusiva, durante el primer año posterior al inicio de la vacunación se implementará como estrategia adicional la inmunización de los niños de entre 12 y 24 meses con dos dosis de esta vacuna, que se aplicarán con un intervalo de separación de dos meses como mínimo. Esto apunta a alcanzar una mayor cobertura de la población en un corto período de tiempo y el consiguiente impacto en la disminución de la carga de enfermedad. Para los niños con enfermedades crónicas de base (enfermedades cardiológicas y respiratorias crónicas, trastornos de la inmunidad, y diabetes, entre otras) se indicará un esquema de tres dosis más un refuerzo, dependiendo de la edad de inicio de la vacunación. En este grupo, la edad de vacunación se extenderá hasta los 5 años de vida.
Sin dudas, la incorporación de la VAC al Calendario Nacional de Inmunización es una intervención con gran potencial para reducir las infecciones por neumococo y sus graves consecuencias. Para evaluar su impacto, será primordial fortalecer la vigilancia epidemiológica de las enfermedades que causa esta bacteria.