Los pequeños estadounidenses devoran papas fritas o golosinas tres veces por día además de las comidas, lo que favorece la obesidad infantil, afirma un estudio estadounidense.
El estudio, realizado por la Universidad de Carolina del Norte (sudeste) a 31.000 niños entre 1977 y 2006 muestra que, en los últimos años, el 98% de los niños admitía consumir colaciones durante el día además de las comidas, contra 74% a fines de los años ’70.
«Algunos niños, especialmente muy pequeños, picotean casi en forma continua durante todo el día«, afirma Barry Popkin, profesor de nutrición en la universidad de Chapel Hill y principal autor del estudio difundido en la edición de marzo de la revista Health Affairs.
«Estos hallazgos son preocupantes porque cada vez más niños en Estados Unidos adoptan una forma de comer disfuncional que puede conducir a la obesidad«, añadió.
Uno de cada tres niños o adolescentes en Estados Unidos es obeso o tiene sobrepeso y la obesidad puede provocar la aparición de enfermedades crónicas desde temprana edad, como hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares.
«Los niños comen tres comidas por día pero consume también comida chatarra, alta en calorías pero sin valor nutricional», añadió el profesor Popkin.
Estos picoteos reiterados entre comidas aportan en promedio 168 calorías adicionales por día, incluso 182 calorías diarias adicionales para los más pequeños, de 2 a 6 años.
Globalmente, los bocados como papas fritas, galletitas, barras de chocolate y otras golosinas representan el 27% del consumo diario de calorías de un niño, según el estudio.