El fitness, más allá de sus bondades también tiene un lado oscuro. Es que es fácil perderse cuando el objetivo deja de ser cuidar la salud para pasar a perseguir el cuerpo perfecto.
Expertos advierten que los primeros síntomas son el aislamiento (por ejemplo sacrificar cualquier cita por ir al gimnasio) o no dormir por pensar que hay que entrenar. Estas conductas pueden estar asociadas la vigorexia, orientada al aumento de la musculatura y la ortorexia, que refiere a la obsesión por comer sano.
Para no pasarse al lado oscuro del fitness, lo conveniente es seguir los siguientes consejos:
• Aceptarse. Lo primero es amigarse con el cuerpo tal cual es y amarlo durante todas las etapas del entrenamiento.
• No olvidarse de las prioridades. Tanto el deporte como la alimentación tener el objetivo divertirse y cuidarse. Cuando ambos cambios se convierten en obsesión, pueden llevar al aislamiento.
• Disfrutar. Elegir un deporte o una disciplina que divierta es fundamental para no abandonar el entrenamiento.