El mosquito Aedes aegypti también puede transmitir el virus del zika a sus huevos y larvas, según un estudio publicado este martes, en el que se insta a «reforzar» el uso de larvicidas y no solo de insecticidas para erradicar la enfermedad.
Esta nueva forma de transmisión «fue demostrada en experimentos de laboratorio y suponemos que también se da en la naturaleza», explicó a la agencia Efe Robert B. Tesh, uno de los autores del estudio realizado por la Universidad de Texas, en Galveston.
El especialista precisó que esta transmisión entre generaciones, conocida como «vertical», había sido observada en el pasado con otros virus transmitidos por mosquitos o garrapatas, pero hasta ahora no con el zika.
Tesh señaló que esa circunstancia «hace más difícil» el control del zika, que en Estados Unidos continental afectó hasta el momento a por lo menos 2.487 personas, según los Centros de Prevención y Control de Enfermedades (CDC), en casos relacionados con viajes al extranjero.
Pero además ya se han registrado en ese país 43 casos de personas que se contagiaron en EEUU por mosquitos nativos, todos ellos en el sur de Florida, el primer estado con zika «autóctono».
El médico aseguró que las implicaciones del descubrimiento para el control del virus son claras, ya que «la fumigación afecta a los adultos, pero, por lo general, no mata a las formas inmaduras: los huevos y las larvas».
Recordó que solo la hembra pica, «ya que el macho no tiene en su boca partes que puedan penetrar la piel», y lo hace para obtener de la sangre «proteínas y otros nutrientes para desarrollar sus huevos».
La fumigación reducirá la transmisión, pero puede no eliminar el virus, si se quiere controlar el zika también hay que conocer el comportamiento en los mosquitos, enfatiza el estudio, publicado en el American Journal of Tropical Medicine and Hygiene.
Según el estudio, desde que el virus surgió como una emergencia sanitaria global, la mayor parte de la investigación se concentró en el virus y sus efectos sobre los humanos, y no en el mosquito.
Tesh y otros investigadores inyectaron el virus del Zika a mosquitos Aedes aegypti criados en el laboratorio; los alimentaron y al cabo de una semana estos estaban poniendo los huevos.
Luego, los recolectaron, incubaron y criaron las larvas hasta que se transformaron en adultos, de los cuales 1 de cada 290 mosquitos analizados tenía presente el virus del zika.
El experto señaló que aunque parece una proporción baja, «cuando se considera la cantidad de estos mosquitos que hay en una comunidad urbana tropical, «probablemente es lo suficientemente alta como para permitir que el virus persista, incluso cuando se mata a los mosquitos adultos infectados».
Las hembras adquieren el virus cuando se alimentan de sangre de una persona infectada con zika, explicó Tesh.
Aclaró que cuando una persona (o mono) se infecta con el virus del zika, por lo general tiene la infección en la sangre durante tres a cinco días. Si en ese momento, una hembra Aedes aegypti chupa su sangre, también ingiere con ella el virus.
Después, el virus infecta al mosquito y deben pasar de cinco a siete días para que este pueda transmitirlo picando a otra persona. Según Tesh, el insecto sigue siendo infeccioso por el resto de su vida, que es por lo general de solo unas pocas semanas.
A esta propagación se suman ahora los datos arrojados por el estudio de la Universidad de Texas que determinó que algunos mosquitos hembra infectados también pueden transmitir el virus a través de sus huevos a un pequeño porcentaje de su descendencia.
Los mosquitos les pasan a sus crías otros virus, incluidos el del dengue y la fiebre amarilla (ambos transmitidos también por el Aedes aegypti).
Stephen Higgs, presidente de la Sociedad de Medicina e Higiene Tropical de EEUU, enfatizó en la necesidad de que el país establezca un «sistema federal de financiación que elabore planes de acción adecuados para responder a los brotes de enfermedades infecciosas».
Los investigadores instan a realizar más estudios sobre los insectos mientras, al mismo tiempo, se amplían los métodos para reducir la cantidad de mosquitos Aedes aegypti dentro y fuera de las casas para proteger a las personas de la infección.