Las personas de «espíritu joven» suelen vivir por más tiempo que aquellas que se quejan y rezongan por su edad, de acuerdo a un estudio científico realizado en el Reino Unido.
Según esta investigación del University College London (UCL), sentirse joven de espíritu puede ayudar en gran medida a la longevidad.Por otra parte, quienes protestan más o se sienten más viejos de lo que son favorecen una muerte anticipada.
Los expertos analizaron evidencia de un estudio sobre vejez que evaluó el progreso de 6.489 personas durante un período de más de ocho años. Aunque los participantes del informe tenían en promedio una edad de 66 años, la mayoría se sentía más joven de lo que realmente era.
Un 70% se sintió tres años o más joven que su verdadera edad, mientras que un 25,6% dijo sentirse de la misma edad que los años que tenía. Otro 4,8% se sintió más de un año más viejo que su edad cronológica.
Durante el período de 99 meses que llevó el estudio murieron el 14,3% de los voluntarios que se sintieron jóvenes, comparado con el 18,5% de aquellos que se sintieron de la misma edad, y un 24,6% de las personas que se sintieron más viejas. Las conclusiones del reporte fueron publicadas en la revista científica Jama Internal Medicine.
Los autores principales de la investigación, los científicos Isla Rippon y Andrew Steptoe, concluyeron que los mecanismos subyacentes en estas asociaciones «ameritan más investigaciones».
«Entre las posibilidades se incluyen una serie de comportamientos más sanos que las que nosotros medimos (como mantener un peso sano y seguir los consejos del médico), tener una mayor resistencia, una mayor autoestima y fuerza para vivir entre aquellos que sintieron más jóvenes», subrayaron los expertos.
«La edad autopercibida tiene el potencial de cambiar el curso de la vida, así que ciertas intervenciones podrían ser posibles. Las personas que se sienten más viejas de su edad cronológica podrían recibir ayuda a partir de mensajes de salud, que promuevan comportamientos y actitudes positivas con respecto a la vejez», agregaron.
La investigación reveló una fuerte asociación entre la edad autopercibida y el nivel de problemas cardiovasculares, cardíacos, arteriales y de salud en general. Sin embargo, no se evidenció un vínculo similar con el índice de muertes por cáncer.
De acuerdo a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), en 2013 murieron en el Reino Unido 576.458 personas, 7.434 más que el año anterior. El organismo detectó que fallecieron más mujeres (295.677) que hombres (273.347).
La tasa de mortalidad en 2013 en el Reino Unido subió con respecto a 2012, hasta situarse en el 9%, es decir 9 muertes por cada mil habitantes.
Además, el país ha empeorado su situación en el ranking de tasa de mortalidad, ya que bajó del puesto 115 que ocupaba en 2012, hasta situarse en la posición 116 de dicho ranking.
Gran Bretaña cuenta así con una alta tasa de mortalidad comparada con la del resto de los países del ranking.