Científicos en el Reino Unido crearon mosquitos genéticamente estériles que emplean el sexo para matar a otros de su misma especie y señalan que ensayos iniciales sugieren que la idea podría ayudar a detener la rápida expansión de la fiebre del dengue.
Investigadores de una firma llamada Oxitec realizaron un pequeño ensayo con la Unidad de Investigación y Control del Mosquito (MRCU) en las Islas Caimán en el Caribe. El estudio halló que lanzar tres millones de larvas genéticamente modificadas en una zona pequeña lograba reducir un 80% la población de la especie en seis meses.
La fiebre del dengue, una enfermedad que causa síntomas graves similares a los de la gripe y que puede causar la muerte, se expande a través de la picadura de mosquitos hembra de Aedes aegypti infectados.
«La idea se basa en lanzar machos estériles que saldrán y unirán a hembras salvajes», dijo Luke Alphey, jefe científico y cofundador de Oxitec. «Una de las principales ventajas es que los machos buscan activamente a las hembras, es para lo que están programados», añadió el experto. Como resultado, las larvas se producen pero la mayoría muere antes de ser incubadas y el resto sólo sobrevive un breve lapso como mosquitos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que hay 50 millones de casos de fiebre del dengue por año, de los cuales 25.000 resultan letales. Unos 2.500 millones de personas -dos quintos de la población global- corre riesgo, sobre todo en Africa y el sudeste de Asia.
Por el momento no existe vacuna o tratamiento contra el dengue y los expertos señalan que se necesitan con urgencia formas para lidiar con su expansión, dado que la incidencia mundial aumentó drásticamente en las últimas décadas.
El equipo de Alphey modificó genéticamente una versión del Aedes aegypti macho para que muriera si no recibe cierto antídoto, en este caso el antibiótico tetraciclina. Al suministrarle el medicamento, mantuvieron a los mosquitos modificados vivos y crearon grandes cantidades que luego lanzaron al ambiente. “Sus crías heredan una copia del gen que los mata si no reciben el antídoto, por lo tanto, mueren», explicaron los investigadores.