Favaloro, un profesional que nunca olvidó a la gente

Para honrarlo, el Día de la Medicina Social coincide con la fecha de su nacimiento. A pesar de haber sido el inventor del bypass aorto-coronario y adquirir prestigio internacional, nunca abandonó la esencia de médico rural, donde dialogar con los pacientes era una pieza fundamental en el ejercicio de la medicina.

Un día como hoy, pero en 1923 nació en la ciudad de La Plata René Favaloro, quién después adquiriría fama mundial por realizar el primer bypass aorto-coronario en el mundo. En honor al nacimiento de este célebre profesional hoy, 12 de junio, se celebra el Día de la Medicina Social.

 

Creció en el humilde barrio “El Mondongo”, y aunque su padre era carpintero y su madre, modista, su compromiso con el conocimiento llegó de la mano de su abuela Cesárea, quién le enseñó el amor por la naturaleza, y a quién, años después, le dedicaría su tesis de doctorado.

 

Después de terminar sus estudios secundarios, ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de la Plata y, durante su tercer año de cursada, comenzó sus prácticas en el Hospital Policlínico de la misma ciudad, donde tomó contactos de los pacientes por primera vez y, más allá de lo exigido por el programa de estudios, volvía por las tardes para dialogar con ellos.

 

En ese mismo nosocomio, vivió sus dos años de residencia y observó los casos médicos más complicados de la Provincia de Buenos Aires. Cuando se graduó en 1949, le ofrecieron una vacante como médico interino y, cuando a los pocos meses intentaron confirmarlo, le exigían que debía afiliarse al partido justicialista, cláusula que no aceptó.

 

Médico rural

 

Un tío que residía en Jacinto Aráuz, una localidad de 3.500 habitantes cuyo médico estaba enfermo, lo invitó a reemplazarlo por dos o tres meses. Favaloro, entonces, aceptó la oferta a la espera de que las condiciones políticas cambiaran.

 

Pero cuando el médico rural murió, Favaloro, junto con su hermano, fundaron un centro asistencial en la región, con el objetivo de elevar la calidad de vida de sus pobladores. Mediante la ayuda mancomunada de médicos, representantes de iglesias, empleados de comercio y comadronas, lograron  un cambio de actitud en los habitantes frente a sus hábitos. Las consecuencias de estas modificaciones derivaron en la desaparición de la mortalidad infantil, la reducción de las infecciones en los partos y la desnutrición. A su vez, crearon un banco de sangre y brindaron charlas comunitarias.

 

Una nueva etapa

 

Favaloro, quien se actualizaba de manera constante con publicaciones médicas, comenzó a interesarse por las intervenciones cardiovasculares y las cirugías torácicas que en ese momento comenzaban a realizarse. Quiso capacitarse en EEUU y el profesor José María Mainetti le aconsejó la Cleveland Clinic.

 

No sin dudar en abandonar su tarea como médico rural, decidió que los conocimientos incorporados en el exterior brindarían un mayor aporte a la sociedad. Una vez instalado en Cleveland, se desempeñó primero como residente, para luego integrar equipos de cirugía con médicos locales.

 

A comienzos de 1967, Favaloro estudió la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria y comenzó a hacer prácticas con sus ideas en mayo de ese mismo  año. La estandarización de esa técnica, llamada del bypass o cirugía de revascularización miocárdica, fue el principal trabajo de su carrera y además le dio prestigio internacional, ya que revolucionó radicalmente la historia de la enfermedad coronaria.

 

De regreso

 

En 1971, Favaloró volvió a la Argentina con el sueño de desarrollar un centro similar al que se capacitó en EEUU, que combinara atención médica con formación e investigación. Ese objetivo se cumplió en 1975, cuando, junto con otros profesionales fundó la Fundación Favaloro, la que además albergó a estudiantes de distintas partes del mundo.

 

A su vez, en 1980, creó con fondos propios el Laboratorio de Investigación Básica, que años después pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas. Este lugar fue la base de la creación  de la Universidad Favaloro en 1998.

 

Con el lema “tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico”, el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro (entidad sin fines de lucro) comenzó a funcionar en 1992, brindando servicios especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar, cardiopulmonar, hepático renal y de médula ósea.

 

Durante sus últimos años de vida, el cirujano siguió fomentando de manera incansable reglas de higiene básicas que ayudarían a disminuir enfermedades y la tasa de mortalidad. A su vez, desde la fundación, se dictaron cursos contra el tabaquismo y se editaron numerosas publicaciones.

 

Hacia el año 2000, en el marco de una crisis económica y política, la Fundación Favaloro poseía una deuda de 75 millones de dólares, por lo que Favaloro pidió ayuda oficial, sin obtener respuesta. Tiempo después de su suidicio, ocurrido el día 29 de julio de ese mismo año, se conoció una carta al entonces presidente Fernando de La Rúa, donde expresaba su cansancio de ser “mendigo de su propio país”.

 

No sólo por sus descubrimientos revolucionarios en cirugía coronaria, sino también por su constante contacto con la gente, su interés en el diálogo y su altruismo, el Día de la Medicina Social se celebra en la misma fecha en que nació este profesional, quien se abocó a los otros hasta el último día de su vida.

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